La grosera falta de puntería granadinista
Tres jugadas aisladas dan el triunfo a los valencianistas ante unos rojiblancos superiores en juego y cifras


El que no estuviese ayer en Los Cármenes ni siguiese el choque de vuelta de octavos de Copa entre Granada CF y Valencia CF por televisión formará una idea en su cabeza al conocer el 0-3. Una percepción, a buen seguro, equivocada de lo que fue el encuentro. Lo mismo le ocurrirá al que observe la estadística sin conocer el resultado de la conclusión. Datos y argumento se dieron la espalda para corroborar, una vez más, lo indescifrable del fútbol. La grosera y desesperante falta de puntería de Sandoval y los suyos les impidió, no ya dar la vuelta a la eliminatoria, sino salvar, al menos, el honor. Ni 31 acercamientos a la caja che ni 17 disparos -sólo dos de ellos a meta- posibilitaron anotar un gol. Uno solo.
La sensación es más irritante para la sufrida hinchada rojiblanca con los números de los del Turia enfrente. Únicamente 11 veces necesitaron pisar el área de Kelava para apuntarse hasta un triplete de tantos. Es más, hasta casi la media hora, pasado el 25 reglamentario, el Valencia CF fue nulo en la más estricta acepción del vocablo. Ni había chutado ni había botado saques de esquina, y sólo había acosado las inmediaciones de la zaga granadina una vez. Con el tintineo del reloj, no obstante, las fuerzas -mental y física- comenzaron a abandonar a los granadinistas. Ello facilitó que el cuadro del murciélago incrementara su estadística ofensiva que, aun así, fue bastante inferior a la local. Pero en el -en ocasiones- exageradamente llamado deporte rey, esos datos se diluyen. En el poso queda su salsa, los goles. Y, en ese aspecto, los del mayor de los Neville fueron más certeros, más efectivos, más hábiles y más duchos. En definitiva, superiores.
Negredo y compañía, eso sí, hicieron buena la ley del mínimo esfuerzo. Encontraron el acierto y la fortuna que parece faltarles en Liga, y los aprovecharon. Con el 4-0 de la ida, salieron muy relajados, mas la falta de mordiente local se lo permitió. Una figura resume la diferencia entre ambos contendientes. Alrededor de 20 segundos necesitó Paco 'desmarques' Alcácer para perforar el arco filipino y explotar la verticalidad de los suyos en las combinaciones. Y es que el Granada CF se fue ayer de la competición del KO con una clara impresión: ha acabado con sus opciones un conjunto que ha sido peor en fútbol pero mejor en lo palpable.
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