El Guadix allana su ascenso

Segundo round por el ascenso: también adjudicado al Guadix. Y eso que los de Rafa Medina no jugaron contra un rival directo, si no que se vieron claramente favorecidos por el resultado que soñaban entre el Ogíjares y Vegas, el del empate, que al final fue el resultado cosechado por ambos.

La parte alta se ha aclarado bastante con los resultados de ayer. Ogíjares 89 y Vegas del Genil dirimieron cuál de los dos equipos se ganaba el derecho de pugnar el ascenso codo a codo con el Guadix. Pero el fallo de ambos fue ser demasiado conscientes de lo que se jugaban (0-0). Sólo una llegada a portería meridianamente clara en cada equipo, una de Momo para los de Francis Luque y un larguerazo de Luismi para los cachurros. Por lo demás, combate nulo y expiración casi total de las opciones de ascenso directo para los hombres de José Antonio Martínez de Haro, que necesitan vencer al Chauchina en lo que queda de su partido suspendido, y esperar que accitanos y vegueros pinchen, dos veces como mínimo, y ellos no ceder apenas puntos. Mientras, el Vegas aún puede soñar con cazar al Guadix. Todo dependerá de su duelo directo la semana que viene en El Molino.

El Guadix CD suma tres triunfos seguidos y la impresión de equipo invencible comienza a planear sobre los de Rafa Medina. No ganan con brillantez, incluso sufren contra todos los equipos, estén arriba o abajo, pero son una máquina casi infalible para vencer. Ayer lo comprobó un Chauchina que sólo se hundió cuando se le expulsó rigurosamente a Sáez. Los chauchineros lo notaron en demasía y Ubric acudió al rescate de los suyos (2-0).

El Huétor Tájar sigue en su mundo feliz y alejado de los problemas de los demás en su primer puesto. La escuadra de Aguado se bastó con un único de Ernesto para desnivelar el choque ante el Padul, donde los locales llevaron el juego y los hueteños los goles y el espectáculo (0-1).

La polémica de la jornada vuelve a envolver al Kamelamos tras su derrota ante el Águilas (1-2). El árbitro, Ortega Ávila, y el jugador-presidente, Mariano Amador, pudieron zarandearse cuando el árbitro y sus asistentes se retiraban a los vestuarios. Hay mucho oscurantismo sobre lo sucedido. Fuentes cercanas al Colegio de Árbitros señalan que Ortega Ávila fue agredido aunque no saben por quién, mientras que desde el Kamelamos se afirma que el colegiado empujó a Amador, lo que le produjo una serie de contusiones. El rival, el Águilas, no quiere mojarse en el asunto, e insiste en que la valentía del árbitro pudo enervar los nervios de los locales. Lo que sí está claro es que dos expulsiones dudosas permitieron la remontada y empujar al descenso a los capitalinos.

El Celtic salió de un descenso al que parecían avocados desde la cuarta jornada. Aprovecharon la caída cuesta abajo del Motril B, que, con sólo once jugadores pudo hacer bien poco (2-0). El Granada B deshizo el empate a puntos que lo unía al Salar en un partido donde los errores de Carrascosa y la versatilidad ofensiva local derivaron en el claro tres a uno final. Al Salobreña también le sienta bien este año, y sacan la cabeza de la zona baja haciendo un correcto partido ante el Alhameña (2-0). Un duelo que se suspendió dos veces al estar comprometida la seguridad arbitral. Y el Vandalia B condena más a un La Herradura donde Sánchez Cortés se lo vuelve a pensar (1-2).