La verticalidad se impone al toque

La filosofía de Fabri impera sobre la de Luis Enrique en un duelo que enfrenta dos estilos muy distintos de ver el fútbol · Abel Gómez lleva la batuta del juego ofensivo y el equipo juega a su ritmo

La verticalidad se impone al toque
La verticalidad se impone al toque
Enrique López / Granada

14 de noviembre 2010 - 05:02

Hace unas seis semanas, al término del encuentro ante el Girona, Fabri dio una clase 'magistral' a algunos representantes de los medios de comunicación tras finalizar la rueda de prensa posterior al partido. En ella, explicaba su forma de ver el fútbol y cómo le gusta ganar. Seis encuentros después, y ante un rival de la enjundia del Barcelona B, el equipo de Fabri puso en prácticas sus ideas y se llevó el gato al agua cumpliendo a rajatabla los principios del técnico gallego.

Dos estilos

La forma que tiene de jugar el filial azulgrana atrajo a muchos espectadores al Estadio de Los Cármenes, pero enfrente se encontró con el Barça B, un conjunto ordenado, presionante, que supo minimizar los aspectos fuertes del cuadro catalán y explotar los suyos sobre todo en la segunda mitad. Verticalidad ante toque y más toque, pero sobre todo mucho trabajo para recuperar el cuero cuanto antes y salir a la contra. Dos estilos muy distintos, igualmente válidos que se saldó con victoria rojiblanca por méritos propios.

Jarro de agua fría

Pero el choque no comenzó bien con el tanto de Carmona a los cuatro minutos. Parecía que sería muy complicado remontar, pero no fue así. Pese a unos primeros minutos con dudas, el conjunto de Fabri comenzó a emplear sus armas con Orellana como estilete por la banda diestra y Abel llevando las riendas del juego local. Los espacios que dejaba el filial azulgrana eran aprovechados por ambos costados, aunque fue el chileno el que creó más de un problema a Planas, al que encaró constantemente y en casi todas las oportunidades con éxito para el sudamericano.

A balón parado

Las ocasiones, sin embargo, no llegaban exceptuando la que disfrutó Abel en el minuto 8 y tuvo que ser por medio de la estrategia como llegara el empate. Y ahí el Granada cuenta con un futbolista dotado con un guante en su pierna diestra como Abel Gómez.

Abel fabrica…

Pero cuando verdaderamente dio un recital el '23' rojiblanco fue en la segunda mitad. En su posición de media punta, donde cada vez se encuentra más cómodo, volvió a demostrar que cuando interviene en el juego de ataque pasa algo, y normalmente positivo para su equipo. Su temple, cambios de orientación, controles y visión de juego le han dado y le van a dar muchos puntos al cuadro de Fabri. En especial, si por algo hay que destacar a Abel es por su pase en el cuarto gol evitando los dos centrales visitantes y dejando a Geijo solo ante Oier.

… y Geijo culmina

Y es que con un asistente como Abel, es más 'fácil' anotar cuatro tantos. Dos pases de gol y el apoyo constante al ariete hispano-suizo hacen de la pareja de ataque del Granada una de las más rentables.

Dupla currante

Pero para que todo funcione como es debido se requiere un centro del campo consistente, que no pierda la posición y sea solidario. Y eso fue lo que hicieron tanto Mikel Rico como Óscar Pérez, una pareja de currantes cada vez más asentada que da mucho equilibrio.

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