La empresa familiar andaluza más longeva, flexible y rentable
El primer estudio regional sobre el sector revela que es la fórmula societaria más habitual.


En Andalucía, cuatro de cada cinco empresas son familiares, el 81,2%. Además, este tipo de empresas tienen una mayor permanencia en el mercado: 31,7 años frente a 26,3 de las no familiares. Dependen en mayor proporción de financiación ajena, consiguen menos rendimientos a sus inversiones, soportan menores costes de financiación y, en general, son más rentables para sus propietarios. Con respecto a su actividad, el estudio pone de manifiesto que las empresas familiares, mayoritarias en todos los sectores, tiene mayor presencia en la industria (85,7%), seguido de la construcción (83,8%), comercio y transporte (82,2%), servicios (74,8%) y del sector primario (69,2%); además, se observa una mayor propensión exportadora en las familiares (19,8%) frente a las no familiares (15,5%), aunque en el porcentaje total sobre ventas el porcentaje se invierte.
El estudio subraya que, en general, la empresa familiar en Andalucía se muestra más estable tanto en tiempos de crisis como de bonanza y parece adaptarse más rápidamente a los cambios derivados de la evolución de los acontecimientos.
Estos datos se pusieron de manifiesto ayer en Sevilla durante la presentación del I Estudio sobre la Empresa Familiar en Andalucía, elaborado por la Red de Cátedras de Empresa Familiar en Andalucía de ocho universidades públicas andaluzas. En el acto estuvieron presentes el consejero de Economía, Antonio Ramírez de Arellano, el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro Arroyo; el presidente de la Asociación Andaluza de la Empresa Familiar, Jerónimo Jiménez Molina; el director de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Almería, Alfonso Rojo Ramírez; el director de convenios de Santander Universidades España, José Antonio Cristóbal; y María del Carmen Núñez, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
Uno de los aspectos más significativos del estudio es el referido a la importancia de la mujer en la gestión y gobierno de la empresa familiar. Si bien la diferencia de la participación de la mujer en puestos directivos entre un perfil de empresa y otro no es relevante (23,4% frente al 23,2%), en las grandes empresas no familiares la mujer desaparece de los puestos de responsabilidad y en las familiares se mantiene, en un 17%. Aunque podría pensarse que es el vínculo familiar lo que les mantiene en los puestos directivos, el estudio muestra que a medida que la empresa crece la presencia de mujeres de la familia en puestos directivos desciende progresivamente, del 82,8% en las micropymes al 20,19% en las grandes empresas.
El estudio deja constancia que el la empresa familiar andaluza presenta un alto grado de control sobre la propiedad. En el 84% de los casos la familia posee el 100% de la capital social y únicamente el 18,5% tiene algún accionista no perteneciente a la familia. No solo es alta la participación de la familia en la propiedad, sino también en la gestión, ya que un 58,2% de los directivos que gestionan empresas familiares son miembros de la propia familia, y el 84% de los accionistas trabajan en la empresa. Casi el 50% de los directivos de este tipo de empresas, además, carece de formación universitaria.
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