Una biblioteca sin punto final

"No sé si políticamente es impopular el cierre de la Biblioteca del Zaidín. Más que impopular, me parece un disparate y, moralmente, un desastre. Él debe estar arrepentido y deseando de buscar una salida". Estas palabras del pintor Juan Vida sobre la actitud del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero, sirven para resumir el sentir del grupo de artistas e intelectuales que ayer se dieron cita en la Plaza del Carmen para apoyar la protesta vecinal. "Juan se encuentra metido en un atolladero y estar aquí a lo mejor le ayuda a dar marcha atrás. Conociéndolo como lo conozco, y él que tiene una tradición de editor, creo que debía de entrar en estas cosas con más sensibilidad", añadió Vida.

Como él, un grupo de personalidades del mundo de la cultura de Granada quisieron participar ayer en la manifestación de protesta que organizó la plataforma vecinal. El cantaor Juan Pinilla, el poeta Eduardo Castro, el pedagogo Juan Mata o el rockero Miguel Ríos fueron algunos de los que se sumaron a las 300 personas que partieron a las cinco de la tarde de la Plaza de las Palomas para terminar en la del Carmen .

El cantante también hizo un llamamiento público "a la sensibilidad a Juan García Montero". "Él es un editor y no casa muy bien cerrar una biblioteca con su antigua profesión". Como ya hizo unos días atrás Antonio Muñoz Molina en su blog, como llevan haciendo los vecinos desde antes de la creación de la formación el 29 de julio, Ríos pidió a las puertas del Ayuntamiento la convivencia de las dos bibliotecas. "La de Francisco Ayala y la de las Palomas pueden coexistir porque hay una deficiencia enorme en el ratio de centros por habitantes en Granada. Le pido al alcalde que no considere la mayoría absoluta como un rodillo para ponerse por encima de las minorías que piden cosas tan razonables como esta".

Y en esa petición pública también estaba la oposición municipal, como el concejal de IU, Paco Puentedura, que el pasado jueves se convirtió en uno de los rostros de la causa cuando fue desalojado por la fuerza con los antidisturbios entre una cincuentena de personas. También se encontraban a las puertas del Ayuntamiento la plana mayor del PSOE, con Paco Cuenca, María Escudero, Chema Rueda o Pedro Benzal, que este lunes mantuvo una reunión con los representantes de la plataforma contra el cierre.

El apoyo del delegado de Cultura se concretó la misma mañana en la que se retiraban los últimos libros de la Biblioteca de la Plaza de las Palomas para trasladarlos a su próximo emplazamiento, la nueva sede de Beiro que el Ayuntamiento tiene previsto inaugurar el mes que viene. Benzal recalcó entonces que Granada es la tercera a la cola junto con Almería y Sevilla en el ranking de centros de lectura públicos. Es más, con la ley en la mano, afirmó que el artículo 22 del reglamento del Sistema de Bibliotecas de Andalucía indica concretamente que por cada 20.000 habitantes debe haber una y el Zaidín es un barrio de 45.411 vecinos.

Pero ni ley, ni plataforma ciudadana, ni las ratios han influido lo más mínimo y el Ayuntamiento se muestra tan rotundo como reacio: en principio no dará marcha atrás en su decisión de transformar los 30 años de trayectoria de la biblioteca en un local de coros y danzas.

Ni siquiera han influido las 10.000 firmas que el colectivo ciudadano presentó en el último pleno municipal del 30 de septiembre. "No creo que una biblioteca pueda compararse hoy en día con un salón de coros y danzas. Eso está muy trasnochado", dijo ayer Miguel Ríos, quien puso el dedo en la llaga sobre la cuestión que estará en la mente de los firmantes. ¿Por qué no recula el Ayuntamiento? "Que no consideren que si la tienen que dejar abierta sería una pérdida de autoridad. Al revés, sería un gran triunfo político porque se vería que entienden la sensibilidad de un barrio que le dio las elecciones hace poco", señaló el cantante.