Una 'minoría ruidosa' de 30.000 personas desborda la Gran Vía
La manifestación contra los últimos recortes de Rajoy y "el cambio de modelo de Estado" que propone colapsó la principal vía de Granada · Más de 70 organizaciones, partidos y sindicatos se unieron a la marcha.
Desde que la semana pasada el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara el nuevo paquete de recortes para reducir el déficit, no ha habido día en el que no se produjera una protesta en las calles de Granada. Ni siquiera el domingo 15 de julio, cuando el presidente dio esquinazo a los manifestantes que tenían previsto protestar frente a la puerta del Palacio de Congresos adelantando un día su visita a Granada, los manifestantes se quedaron en casa. Pero ayer era el día señalado, la jornada en la que la indignación que ha ido en aumento durante los últimos siete días -tras descubrir nuevas sorpresas en el Real Decreto-Ley publicado en el BOE- debía dejarse patente en las calles. Y los ciudadanos no defraudaron.
Más de 30.000 personas se sumaron ayer a la manifestación convocada por los sindicatos UGT y CCOO, en la que participaron más de 70 organizaciones, partidos políticos y sindicatos profesionales. Antes de que comenzara la marcha -a la que también se unieron los miembros de IU encerrados en la delegación de la Agencia Tributaria, que fueron recibidos con aplausos por los manifestantes-, ya se veía claramente que el recorrido se quedaría corto. La multitud que se reunió en el entorno del Triunfo media hora antes de que comenzara la manifestación era más que suficiente para llenar la Gran Vía y llegar a la estatua de Colón, y a medida que pasaba el tiempo y se acercaba la hora, los manifestantes crecían de forma significativa. Cuando la cabecera de la manifestación -en la que además de UGT y CCOO estaban representantes de asociaciones como Facua, Colega o Atac- llegó a su destino, la cola aún permanecía a la altura de la Normal y del Padre Suárez. Ni el calor, ni la fecha, ni la coincidencia con las vacaciones pudieron más que la indignación de los granadinos contra unas medidas que calificaron de "estafa y robo" a los ciudadanos.
"Aquí estamos, según el Gobierno, la minoría ruidosa, los únicos que, según ellos, estamos en contra de los recortes. Pero no estamos nada de acuerdo con esa teoría y hoy vamos a demostrar que somos una inmensa mayoría de ciudadanos que quieren poner límites a un Gobierno que parece no tener límites a la hora de sacrificarnos para sacar adelante su programa oculto". La predicción de la secretaria general de UGT de Granada, Manuela Martínez, no tardó en cumplirse. Porque sí, la manifestación fue todo lo ruidosa que pudo (una furgoneta con megafonía, algún que otro tambor y una sirena de bomberos se unieron a la proclamas de los manifestantes), pero para nada fue minoritaria.
Desde que comenzó la crisis, en toda manifestación convocada por los sindicatos se ha asegurado por activa y por pasiva que "sobran los motivos". Pero quizá en la de ayer esta afirmación cobraba más sentido que nunca. La variada procedencia de los manifestantes y las más o menos imaginativas pancartas que portaban eran el mejor muestrario de los muchos motivos que llevaron ayer a esas 30.000 personas a desafiar el calor y a gritar en la calle. Evidentemente, el recorte de los funcionarios tuvo un papel protagonista en las proclamas de los manifestantes -"Rajoy, capullo, recórtate del tuyo" es sólo un ejemplo-, pero hubo de todo. "Desahuciemos a los bancos, rescatemos a las personas", contra el rescate financiero; "Rajoy, dimite, el pueblo no te admite"; "Es mentira, sí hay dinero, lo tienen los banqueros"; o "el próximo parado, que sea un diputado" fueron sólo algunos de los lemas que utilizaron los manifestantes. Aunque la palma se la llevó la versión de la canción Bomba de King África, con la que un grupo de manifestantes recibieron a la cabecera en la plaza Isabel la Católica: "Una mano en la cartera / que te roban la paga./ Una mano en la cintura / que te roban la ayuda".
El secretario general de CCOO de Granada, Ricardo Flores, aseguró durante su discurso que la de ayer no fue una protesta dirigida exclusivamente contra los recortes, sino contra la intención del Gobierno central "de cambiar el modelo y de destruir el Estado para dárselo al capital". Flores, que recordó que "los políticos son nuestros administradores, no nuestros jefes", aseguró que la política de Mariano Rajoy es "un robo a mano armada, una agresión a la ciudadanía" que va "a arruinar este país" y que "degenera la democracia" española. "Es la hora de recuperar la soberanía, es la hora de la desobediencia civil y de la rebeldía".
Manuela Martínez también acusó al presidente del Gobierno de legislar "para los poderosos, los banqueros, las grandes empresas y los que se quedan al margen de sacrificios y recortes". Según la líder de UGT, más grave que el paquete de ajuste decretado por el Gobierno es la actitud respecto a la ciudadanía. "Ahora pasan de democracia. Sólo contaron con los ciudadanos para que metieran una papeleta en las urnas, pero ahora les sobran los parados, los trabajadores, los jubilados, los pensionistas... Ahora les sobra la democracia".
Tanto UGT como CCOO destacaron que la numerosa marcha que recorrió ayer la principal vía de Granada fue un éxito tanto por la afluencia de manifestantes como por su procedencia. "Este es el principio de la unión del pueblo de Granada contra un Gobierno fascista que gobierna para los poderosos", aseguró Martínez antes de recordar que de aquí a dos años los ciudadanos serán un 35% más pobres y que, si nada lo impide, los españoles se convertirán "en los parias" de Europa. "Tenemos que unirnos en contra de este Gobierno. Hay alternativas, hay otras salidas, porque la suya es una gran mentira, una gran estafa cuya factura quieren que paguemos nosotros".
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