Diez educadores sociales mediarán en los centros e IES más conflictivos
Educación duplica la plantilla de trabajadores para el curso que viene y convoca por primera vez el concurso oposición con sesenta y ocho plazas en la oferta
Primero fueron cuatro, el curso pasado ocho y el que viene serán al menos diez los educadores sociales que mediarán en los conflictos escolares que surgan en los centros e institutos de Granada. Educación ha decidido ampliar la plantilla de trabajadores y ha convocado el primer concurso oposición para ocupar estos puestos en toda Andalucía ofertando sesenta y ocho plazas.
Las realidad en las aulas ha hecho más que justificada la presencia de estos profesionales que, según los sindicatos, siguen siendo escasos dentro de toda la comunidad educativa granadina. El incremento previsto no sólo afecta a los equipos de trabajo sino también las áreas de influencia. De esta manera a las zonas de Cartuja, Loja, Motril y la Vega se le añade para el curso que viene Guadix como un nuevo espacio de intervención.
El aumento de la plantilla de Educadores Sociales no es algo casual. La realidad de las aulas escolares no es sencilla, a pesar de que la conflictividad escolar no es el principal motivo del incremento, Educación considera que la labor que realizan estos profesionales va más allá de mediar en discusiones o trifulcas. "Hay centros que necesitan de esta figura y muchos que no, no hay que encasillar siempre a estos trabajadores dentro de discusiones o trifulcas en las aulas", apostillan desde la Delegación. Sin embargo, donde su papel se ha hecho fundamental ha sido en la problemática del absentismo escolar que se ha visto incrementada en los últimos años.
Educación destaca que los trabajadores han conseguido tener un papel clave en el seguimiento del alumnado absentista desarrollando programas concretos que logran reenganchar a los niños dentro del hábito escolar e implicando además en estas tareas a los padres de los escolares. Andrés Pujol, educador social de la zona de Loja, señala que la importancia de su labor, más allá de los resultados, se basa en encontrar las causas de los problemas de los alumnos. Pujol trabaja de manera individualizada con los alumnos y los profesores pero siempre en coordinación con los equipos de orientación de los centros. "Quizás una de la implicaciones más importantes en estos casos es la de la familia gracias a la escuela de padres. Núcleo en el que se encuentran muchos de los porqués de la reacción de los jóvenes", apunta el educador. El profesional considera que su labor cada vez se hace más necesaria en los centros y que son muchos los directores que reclaman su trabajo de manera más permanente. Del mismo modo, reconoce que los profesores de los IES, en ocasiones, carecen de las estrategias y las herramientas necesarias para solventar conflictos dentro del aula. De ahí que su presencia vaya en aumento.
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