La mujer apuñalada en Atarfe denuncia que falló el protocolo para su protección

Acudió a la Guardia Civil horas antes para que se actuara contra su esposo, que no llegó a estar detenido

El puesto de la Guardia Civil de Atarfe, donde la mujer acudió a denunciar  a su esposo la mañana antes de la agresión.
El puesto de la Guardia Civil de Atarfe, donde la mujer acudió a denunciar a su esposo la mañana antes de la agresión.
Y. Huertas Granada

17 de junio 2013 - 01:00

La mujer que fue apuñalada por su marido a las puertas de su domicilio en Atarfe el pasado 27 de mayo, Encarnación G.M., ha formulado una denuncia en el juzgado de guardia por entender que con ella falló el protocolo de actuación que se activa en los casos de violencia de género. De hecho, según recoge el documento, horas antes de la agresión había acudido a la Guardia Civil para denunciar el trato vejatorio que estaba recibiendo de su marido, que fue imputado pero no quedó detenido.

En la denuncia, fechada el pasado día 12 y a la que ha tenido acceso este diario, la mujer pide que se abra una investigación sobre la valoración de peligrosidad que se hizo de su presunto agresor, así como del riesgo que ella corría como víctima. También quiere la mujer, de 41 años, que se indague sobre la detención de su presunto agresor y sobre el hecho de que no se adoptara una medida de protección para ella.

A su juicio, el no acordar dicha medida "ha permitido" que su esposo "casi acabe" con su vida, "no ajustándose en modo alguno -señala la denuncia- la actuación desarrollada por los agentes de la Guardia Civil intervinientes no sólo en la detención sino en la instrucción de las diligencias con el protocolo de actuación en los casos de víctimas de violencia de género".

La mujer , cuyo abogado es Félix Ángel Martín, pide de este modo que se abran por parte del juzgado en el que aterrice la denuncia unas diligencias previas, a fin de determinar si los hechos fuesen constitutivos de un posible ilícito penal por presunta "omisión del deber de perseguir delitos".

En su escrito, la joven detalla cómo el día 27 de mayo por la mañana se trasladó al puesto de la Guardia Civil de Atarfe , sobre las 10.15 horas, para interponer denuncia contra su esposo, pues "venía sufriendo episodios de violencia tanto física como psíquica", por los que ya había formulado otra denuncia en agosto del año pasado.

En esta ocasión, Encarnación decidió ir al puesto de la Guardia Civil para denunciar las "amenazas" de las que había sido objeto en esos últimos días, a raíz de otro episodio violento ocurrido el 20 de mayo por un malentendido con el móvil. Ese día, ante el temor de ser "gravemente agredida" por su marido, la mujer llegó a pedir a sus padres que se presentaran en la casa, "desentendiéndose de los menores desde dicho hecho". Dos días después, el imputado incluso "arrebató a la denunciante tanto las llaves del turismo como el móvil y las llaves de la casa de los padres, y procedió a dejar las cuentas bancarias a cero de saldo".

La denuncia afirma que existía una situación de "acoso e intimidación" previa a la agresión. Es más, señala que tal era el "clima de tensión" existente que Encarnación decidió irse al pueblo de sus padres con sus pequeños, "porque era evidente para la exponente que algo grave estaba preparando el esposo".

Después de que la joven denunciase todo esto, se le hizo, según la denuncia, un test para evaluar la situación de riesgo y se le informó de que la Guardia Civil iba a proceder a la detención del esposo, así como "que podía estar tranquila".

Tras presentar la denuncia, la mujer regresó a la casa con su padre, pero su esposo, que aún no había sido localizado y detenido, estaba dentro y "procedió de forma violenta a echarlos del domicilio". Encarnación comunicó entonces lo ocurrido a la Guardia Civil, que se personó en el lugar y se lo llevó consigo. Las fuentes consultadas indicaron que el hombre nunca llegó a ser detenido, sino que fue "imputado por supuestas vejaciones", iniciándose los correspondientes trámites de cara a la celebración de un juicio rápido.

La joven se fue a trabajar convencida de que había sido detenido y de que cuando acabara su jornada laboral su marido seguiría bajo custodia policial. La agresión se produjo cuando volvió a su domicilio. Fue atacada antes de entrar a su casa -donde le aguardaban su padre y sus hijos- con un cuchillo de enormes dimensiones. Pudo escapar, pero recibió tres puñaladas en la espalda, una en el abdomen y otra en el brazo.

El presunto agresor se halla actualmente en situación de prisión provisional, tras haber sido imputado por delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones graves y violencia en el ámbito familiar. La causa por el apuñalamiento se sigue en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Granada.

El letrado de la mujer, Félix Ángel Martín, reveló a este diario que esta semana, cuando su cliente regresó a su domicilio tras recibir el alta hospitalaria y permanecer unos días en casa de sus padres, fue hallado en la vivienda, al parecer por uno de sus familiares, "un barreño que tenía en su interior un cuchillo y unos guantes", hechos que ya han sido puestos en conocimiento de la autoridad competente.

Este diario ha contactado con la Guardia Civil, que declinó hacer una valoración sobre la denuncia presentada, indicando que se encuentra "a disposición de lo que ordene el juzgado". El teléfono contra el maltrato es el 016.

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