Los fieles no fallan a su cita con Fray Leopoldo
Miles de personas pasaron durante todo el día por la cripta donde está su tumba Ayer se cumplió el 58 aniversario de su muerte Fue beatificado en 2010
Como cada 9 de febrero, día en el que se conmemora el aniversario de la muerte del beato Fray Leopoldo, la cripta donde está enterrado el capuchino recibió miles de visitas de fieles que llegados de distintos puntos de la provincia y de Andalucía no quisieron faltar a su cita anual.
Este año, la orden de los capuchinos ha conmemorado el 58 aniversario de la muerte del fraile limosnero con diferentes eucaristías desde las ocho de la mañana. Fuera, las colas volvían a ocupar la calle Ancha de Capuchinos y los movimientos de autobuses en el Triunfo y la Avenida de la Constitución fueron continuos.
Fray Damián detalló que las aglomeraciones de devotos se repartieron desde primera hora de la mañana a pesar de la lluvia y el viento que predominaron ayer en Granada. "Nunca he visto un 9 de febrero como este, con tantísima gente desde la madrugada, con autobuses que han viajado toda la noche desde Madrid", explicó Fray Damián, que incidió en que la iglesia estuvo "abarrotada".
Miles de personas procedentes de todo el país, mayoritariamente de Andalucía Oriental, donde Fray Leopoldo es especialmente venerado, hicieron cola para visitar la cripta donde reposan los restos del fraile, al que se le atribuye la curación de un 'lupus eritematoso sistémico' a una mujer portorriqueña, hecho por el que fue beatificado en 2010.
La Orden no pudo valorar el número de personas que pasaron hasta última hora por la cripta, aunque recalcaron que hubo una afluencia incluso superior a la de años anteriores, en los que unas 20.000 personas visitaron el templo con ofrendas a Fray Leopoldo. La tienda de recuerdos y la venta de flores en la puerta de la iglesia aprovecharon también la afluencia de visitas.
El de ayer fue el cuarto año en el que se conmemoró la muerte de Fray Leopoldo desde su beatificación en la base aérea de Armilla el 12 de septiembre de 2010.
El conocido como fraile limosnero, Francisco Tomás Sánchez Márquez, nació en la localidad malagueña de Alpandeire en 1864 y tomó el hábito capuchino en el convento de Sevilla en 1899, momento en el que cambió su nombre por el de Leopoldo.
En 1904 llegó a Granada, donde se quedó definitivamente y donde se hizo muy popular por su oficio de fraile limosnero, que siguió hasta su muerte en esta ciudad a los 92 años el 9 de febrero de 1956.
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