El tren turístico no convence a los vecinos del Albaicín

Los vecinos del Albaicín no creen que el 'trenecito' que sube a la Alhambra sea una buena opción para el acceso a su barrio. Esa es la principal conclusión que se deduce de sus testimonios, cimentados también sobre datos objetivos. La empresa que gestiona el convoy pone a disposición de los albaicineros un total de 47.240 billetes bonificados -28.344 para residentes a un precio de 50 céntimos y 18.896 gratuitos para los habitantes mayores de 65 años-. De ellos, sólo se han utilizado un 2,87%: 249 de medio euro y 1.109 gratis. Y todo en unos seis meses.

La razón de estas pobres cifras es que "prefieren" realizar sus desplazamientos a través del transporte público urbano, algo que "depende de la elección de ellos mismos", según la concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz. El portavoz municipal socialista, Paco Cuenca, a su vez, aseguró que ese hecho es "otro" de los "fracasos" del PP. "Desde que conocimos la puesta en marcha del tren turístico, se han empeñado en vender que se trataba de un transporte público, visión que, desde luego, queda anulada tras comprobar que no cumple los requisitos ni de accesibilidad, ni de seguridad; los datos nos dan la razón".

La Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín, además, es tajante. "Es que no es un transporte público", señaló su presidenta, Lola Boloix. "La gente no puede usar el tren como si fuera un autobús porque algunas paradas están muy separadas y ni siquiera te dejan subir con un par de bolsas. A varios vecinos que venían de hacer la compra les dijeron que no podían hacerlo", agregó. Se quejan también de que hayan desaparecidos los autobuses los fines de semana, dejando aislada a toda la barriada y de que, por ejemplo, no haya parada entre Plaza Nueva y el final del Paseo de los Tristes. "Yo creo que no es tanta distancia y también hay que fomentar que la gente camine...", respondió Telesfora Ruiz.

Boloix sostiene que no comprende a qué se debe que no permitan el paso de los autobuses pero sí el del 'trenecito': "Si han quitado los buses públicos como el 31 y el 35 los fines de semana, ¿por qué el tren sí pasa? ¿Lo único que estorbaba era el autobús? Sólo es un transporte privado que sirve para lucrar a no sabemos quién". De hecho, admitió que desconocía el procedimiento para acceder a los billetes bonificados, pese a que sólo se debe presentar el D.N.I. al entrar en el convoy, como explicó la edil de Movilidad.

Todas las exiguas referencias fueron aportadas por el PSOE, que compareció para denunciar lo que creían era una política de "clientelismo y oscurantismo" del Consistorio respecto a los billetes que la empresa del tren entregaba. El Grupo Julià y Tren Progresa S.L. -agrupación que controla el 'trenecito'- ofrece, además de los tickets bonificados, un total de 40.000 billetes para que el Ayuntamiento los reparta. Es parte del acuerdo entre ambos, que incluye igualmente el pago de un canon anual de 300.000 euros para las arcas municipales y una parte "no dineraria" valorada en 428.284. Precisamente los tickets se incluyen dentro de la cantidad no efectiva. Éstos van a parar, según los socialistas, a los "amiguetes" del PP, lo que supone una "subvención encubierta".

"Se distribuyen a través del área de Participación Ciudadana para garantizar que llegan a todos los barrios, vecinos e instituciones de la ciudad", declaró la concejal Ruiz. Asimismo, reconoció que la empresa seguirá repartiendo los que poseen bonificaciones hasta que se agoten los cupos". Esa es otra de las partes del acuerdo. Si todo sigue igual, en cambio, que se agoten parece algo aún lejano.