El acceso a un empleo se complica para las mujeres con estudios
El 66,4% de los desempleados con alta formación de la provincia son de sexo femenino Las féminas en paro mayores de 25 años representan un 8,4% más respecto a los hombres
Contar con más de 25 años de edad y poseer estudios superiores. Ese es el tramo laboral en el que se acentúa la diferencia entre hombres y mujeres en la provincia de Granada. Es decir, donde el salto entre personas de distinto sexo es mayor a la hora de demandar empleo o mejorar las condiciones del actual -si es que lo tienen-. El 66,4% de las féminas granadinas (16.037) que no consiguen satisfacer sus aspiraciones cuentan en su haber con cualificación en técnico superior o con estudios en primer o segundo ciclo frente al 33,6% de los varones con la misma formación. Son datos ofrecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) en su oleada mensual de julio de 2014.
Este es un ejemplo palmario de que la paridad en esta faceta aún está lejos. Las mujeres son las grandes perjudicadas en cualquiera de los niveles de formación más elevados. La mayor concentración de desempleados se enmarca en aquellos que finalizaron sus estudios secundarios (programas de formación profesionales o educación en general).
Para un total de 104.577 parados, el 51,3% de ellos (53.598) son mujeres mientras que el porcentaje restante son del sexo contrario (Un 48,7%, 50.979 varones).
La variación se reduce a un plano anecdótico al comparar la ratio de quienes poseen estudios primarios, estén estos completos o no. De las 24.010 personas con estas características, 12.098 son féminas (50,4%) y 11.912 varones (49,6%). En esa misma línea, en el apartado 'sin estudios' 1.239 son mujeres y 1.201 son hombres en un cómputo general de 2.440.
La edad es otro de los inconvenientes al que se enfrentan las granadinas. A pesar de que en la horquilla entre los 16 y 24 años los hombres son más, en el resto de estratos el porcentaje les perjudica a ellas. Sobre todo, este rasgo genérico se da con mayor fuerza entre los 40 y 44 años donde hay un 13,6% más de mujeres demandantes que hombres.
En el tramo siguiente es donde mayor número de inscritos contabiliza el Sepe, el comprendido entre los 45 y 49 años. El número total de inscritos con esa edad (21.077) supone el 13,6% de los 155.175 parados o con aspiraciones de mejorar sus condiciones laborales en la provincia.
De esos 21.077 usuarios, 11.544 son mujeres (54,8%). Estas cifras reflejan la realidad social motivada por la crisis, en la que los desempleados con más de 40 años encuentran más complicaciones a la hora de satisfacer sus necesidades en el mercado de trabajo.
En términos generales, las personas mayores de 25 años suman en Granada la mayor tasa de paro con una considerable renta sobre los que se posicionan por debajo de esa edad. Así, el 88,9% de los desempleados de la provincia (137.981), supera el cuarto de siglo y de ellos, 74.773 son mujeres (54,2%) frente a 63.208 hombres (45,8%).
Si el cálculo se centra sólo en el terreno femenino, el 90,1% de las paradas granadinas tienen más de 25 años. En cambio por debajo de ese baremo de edad, los números dan la vuelta. Eso sí, de forma muy poco significativa pero sí que cambia el modelo de tendencia comentado. De los 17.194 parados, entre 16 y 24 años, el 52,3% (8.995) son hombres mientras que el porcentaje restante son féminas.
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