El número de cazadores baja un 10% en 5 años por falta de relevo generacional

En Granada existen un total de 1.092 cotos con una superficie total de 965.000 hectáreas Es la segunda práctica deportiva en número de federados, sólo por detrás del fútbol

Dos cazadores registran el terreno durante una cacería en Sierra Elvira, en Atarfe.
Dos cazadores registran el terreno durante una cacería en Sierra Elvira, en Atarfe.
E. A. · V. O. / Granada

09 de noviembre 2014 - 01:00

Una de las grandes preocupaciones que vive el sector cinegético actualmente es asegurar un relevo generacional seguro. Con la juventud fuera de los pueblos buscando labrarse un futuro laboral en los medios urbanos, los cotos de caza se han ido haciendo viejos a la par que sus moradores. Muchos jóvenes han ido perdiendo el contacto con el mundo de la cacería. Un desequilibrio que sumado a la crisis económica se ha visto reflejado en el descenso de licencias federativas. La delegación granadina de la Federación Andaluza de Caza ha perdido 1.500 afiliados desde hace cinco años. De las 15.000 licencias federativas con las que contaba la provincia en 2009 se ha pasado actualmente a 13.500, lo que supone un descenso de un 10% en la actividad.

Una caída no demasiada pronunciada si se compara con otros sectores, aunque es un aviso claro de que los que regulan esta actividad deben trabajar para adaptarse a los tiempos.

Aunque la caza es una ocupación suficientemente consolidada en las costumbres de los españoles como para que su futuro corra peligro. De hecho, el deporte rey es el único que le puede hacer sombra a la caza, ya que la actividad cinegética es la segunda federación deportiva con más afiliados.

13.500 son las licencias federativas que sirven para practicar una caza deportiva que permita acudir a competiciones y concentraciones. Sin embargo, en la provincia de Granada hay muchas más personas que obtienen permisos de caza por afición, por lo que el número total de personas adscritas rondaría los 23.000. Una cifra que dejaría a Granada como la cuarta provincia de Andalucía, una de las comunidades punteras con más de 110.000 licencias expedidas por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.

Una caza social, la que apoya la federación que mueve alrededor de 12 millones de euros todos los años, derivados de todos los gastos de ropa, armas, munición desplazamientos, mantenimiento de perros, veterinarios, seguros personales y de responsabilidad civil, entre otras cosas. No obstante, la Delegación de Agricultura y Medio Ambiente cifra el impacto económico de esta actividad en 23 millones de euros. Una cantidad nada desdeñable.

La afición a la caza en las provincias andaluzas es lógica por tradición y porque es una de las comunidades con más terrenos disponibles para la cacería. Por ejemplo, en Granada prácticamente el 80% de su territorio podría servir para practicar la actividad cinegética. Concretamente, son 1.092 los cotos de caza repartidos por toda la provincia con una superficie total de 965.000 hectáreas.

Los cazadores han tenido dos grandes enemigos a la hora de disponer de sitios para utilizar sus armas. En primer lugar, la fiebre por urbanizar de hace unos años que habilitó la construcción de naves industriales por los espacios rurales. Una lacra que ha afectado especialmente a la Vega, donde ya no quedan casi lugares en los que se practique la actividad cinegética. Por otra parte, los sistemas de riego por goteos utilizados por muchos agricultores han tenido efectos negativos sobre de especies objetivo de conservación, fundamentalmente aves rapaces rupícolas y forestales, que están viendo alteradas sus cadenas alimentarias.

Todo eso, unido a los problemas burocráticos que enfrentan a la actividad cinegética con las administraciones, ha provocado que con los años hayan ido desapareciendo cotos en Granada. Durante un tiempo se llegaron a superar los 2.000 espacios reservados para la cacería. Prácticamente todos los municipios disponen de una sociedad de caza. La delegación granadina de la Federación Andaluza de Caza (FAC) tiene registradas 240 agrupaciones.

Las zonas más destacadas para la práctica cinegética son los Montes Orientales y la zona de Alhama. Con especial actividad en Castillo de Tajarja y en Iznalloz. De hecho, en el municipio acatucitano se celebra cada año una Feria de la Caza, donde se reúnen 20.000 visitantes entre profesionales y aficionados.

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