La pequeña endrina del sur
Las Sierras Béticas son el refugio de una especie propia del endrino, arbusto muy común en el Norte peninsular El fruto se utiliza para la elaboración de un pacharán artesanal
El endrino de Sierra Nevada, endrino andaluz o espino negro, (Prunus ramburii), pertenece a la gran familia de las rosáceas. El género Prunus es un grupo muy amplio que incluye muchos frutos comestibles como cerezos, ciruelos, melocotones... y hasta el almendro.
En nuestra Sierra persiste la recolección de las endrinas con las que se fabrica un pacharán local para consumo personal o para pequeñas producciones de carácter artesanal. El nombre de este licor viene del euskera, patxarán, de paitar (licor) y arán (endrino). Esta temporada, por razones meteorológicas, se ha adelantado la recolección de las endrinas. Esta actividad está regulada y requiere autorización por parte del Parque Nacional y Natural en la que se indica la época, forma, condiciones y lugar para la colecta, así como la cantidad máxima permitida.
El endrino de Sierra Nevada o espino negro es un arbusto espinoso y caducifolio que alcanza un tamaño de hasta 2,5 metros de altura. Sus ramas son gruesas, tortuosas con la corteza de color grisáceo-plateada; las hojas son pequeñas, oblongo-lineares o estrechamente elípticas, glabras, (es decir, lisas, brillantes y sin pelos), de envés más pálido y con nerviación muy marcada; las flores, que se disponen en fascículos de 2 a 4, son raramente solitarias y tienen 5 pétalos de color blanco que salen entre marzo y mayo, según la altitud y orientación.
Los frutos, conocidos como endrinas, son de color negro azulado, pequeños (del tamaño de un guisante) y aparecen a final del verano. Su pariente el endrino común, (Prunus spinosa), más abundante en el norte de la península, tiene las hojas y los frutos algo más grandes; con esta especie es con la que se fabrica el pacharán industrial.
Todavía podemos encontrar en Sierra Nevada otro endrino, el endrino mayor, (Prunus insititia), una especie discutida por algunos botánicos que lo asimilan al endrino común como raza o variedad geográfica. La proximidad y posibilidad de hibridarse, junto con la propia variabilidad de las dos especies complica frecuentemente la determinación. Su presencia en Sierra Nevada es testimonial. La polinización de los endrinos se realiza a través de insectos y la dispersión de las semillas es zoócora facilitada porque las endrinas son muy apreciados por la fauna silvestre (sobre todo a través de diferentes especies de pájaros especializados en comer estos pequeños frutos).
Las endrinas tienen un sabor bastante áspero y ligeramente amargo. Desde la antigüedad este fruto es usado como planta medicinal y alimenticia. Incluso se han hallado huesos en antiguos poblamientos lacustres del Neolítico.
Vive en orlas de bosques y matorrales. Se encuentra en roquedos, lugares pedregosos, setos y matorrales de las montañas, preferentemente en sustratos calizos, aunque también sobre micaesquistos silíceos.
Se localiza al endrino en una altitud entre los 1.200 y los 2.500 metros en Sierra Nevada y en las vecinas Sierra de Baza y de los Filabres, por el norte y Sierra de Lújar y Gádor al sur del macizo. Endemismo bético, se encuentra incluido en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía.
Prunus ramburii fue descrita por Pierre Edmond Boissier (1838), botánico, matemático y explorador suizo, autor de la Flora Orientalis y de Viaje botánico en el sur de España, al que se le adjudica la descripción de 6.000 especies. Esta especie le puso nombre en honor a su amigo Pierre Jules Rambur un entomólogo francés que estudió la fauna de Andalucía, y que publicó la Histoire Naturelle des insectes.
La maceración de los frutos de los endrinos para obtener el pacharán es el uso más popular y conocido de estos arbustos silvestres, pero tienen otros aprovechamientos en etnobotánica. Así, con fines medicinales, históricamente se han recolectado las flores, cortezas y frutos.
Las flores del endrino tienen propiedades, sobre todo, diuréticas, con un ligero efecto laxante, siendo útiles en infusiones junto con otras plantas de más agradable sabor. Los frutos frescos sirven para la fabricación de jugos, jarabes y vino de endrina y se emplean contra afecciones de las vías urinarias y de la vejiga, así como en trastornos digestivos.
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