La prisión, sin traductor de árabe pese a las advertencias de Interior
El Ministerio obliga a intensificar los controles tanto de yihadistas como de los internos susceptibles de ser radicalizados

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior estableció el pasado año un programa para la prevención de la radicalización en las cárceles españolas. El objetivo de este plan es detectar y prevenir "procesos de radicalización de internos musulmanes", para evitar que presos condenados por delitos de terrorismo hagan proselitismo entre otros reos y capten adeptos que, una vez cumplidas sus condenas, cometan nuevos atentados. Este programa -aprobado en julio de 2014- establece que "especialmente" hay que "observar" las comunicaciones y visitas con los presos sospechosos de 'tejer' redes de captación. El mismo documento recoge la obligación de "valorar" la intervención de las comunicaciones "de cara a prevenir eventuales incidentes y constatar los indicios de radicalización". Todas estas medidas preventivas chocan, sin embargo, con la denuncia que hace la Agrupación de los Cuerpos de Instituciones Penitenciarias (Acaip): en la prisión provincial de Albolote no hay traductores de árabe, un servicio con el que contaban hasta hace poco.
Miembros de Acaip señalan que los escritos o conversaciones intervenidas a los presos de origen árabe son ahora derivadas a los traductores de la Guardia Civil o de la Policía Nacional, con lo que "se entorpece el trabajo". "Nosotros no tenemos capacidad para traducir las comunicaciones entre ellos, y eso supone un contratiempo más", explican.
Para el sindicato -el mayoritario del sector- la "radicalización islámica en las prisiones" y las medidas adoptadas para atajar este fenómeno "viene a sobrecargar" la situación "de deficiencias en personal y presupuesto". Para Acaip, faltan medios para hacer la labor de seguimiento que se exige desde Instituciones Penitenciarias. "Tenemos que encargarnos de labores delicadas y seguimientos especiales de vigilancia sobre determinados internos, pero no se nos dota de personal ni medios".
Acaip reconoce que los protocolos dictados desde la Administración son aplicados en Albolote, pero "somos pocos", por lo que reclama la convocatoria de "plazas suficientes", "como ya se está haciendo en Francia y en otros países de nuestro ámbito".
En la prisión provincial de Albolote hay presos procedentes de Marruecos (90), Argelia (3), Senegal (4), Guinea Bissau (3) y otros países en los que la religión musulmana es mayoritaria (otros cuatro presos). El origen es uno de los aspectos que se valoran a la hora de hacer un seguimiento más exhaustivo ante el riesgo de que se establezcan relaciones que puedan derivar en la radicalización de personas que estén cumpliendo condena, con independencia del delito por el que hayan sido condenados.
También te puede interesar