Talento sin show
El proyecto Estalmat es un semillero de científicos 25 estudiantes de ESO se incorporan cada año a la iniciativa en Granada, una de las dos sedes andaluzas
Inmaculada Martín confiesa que nunca se ha sentado con sus hijos a hacer los deberes. Ni ella, bióloga, ni su pareja, Julio (físico), han dedicado ni una sola tarde a solucionar problemas, hacer mapas, estudiar gramática o trazar la línea genealógica de ninguna dinastía reinante. No es que se desentendiera como madre de los estudios de sus hijos, sino que su estrategia era otra."Les inculcamos la cultura del esfuerzo. Si tenían tareas, tenían que sentarse y hacerlas". Quizá esta forma de ayudar a sus hijos no sea compartida por otros padres, pero a Inmaculada Martín no se puede decir que le haya ido mal. Su hijo, Julio, fue premio extraordinario de Bachillerato, matrícula de honor, obtuvo una de las 30 mejores notas en su convocatoria de selectividad y ahora estudia Física. Su hija, Inmaculada, estudia Bachillerato. También es una alumna brillante y encamina sus pasos a la Biomedicina. Los dos -que siempre han estudiado en centros públicos: Alcazaba, García Lorca y Trevenque- fueron en su momento seleccionados para participar en el proyecto de Estímulo del Talento Matemático (Estalmat) que, cada año, incorpora a 25 estudiantes de Secundaria de Andalucía oriental, y en el que Inmaculada participa como presidenta de la Asociación de Amigos (Amproes), una iniciativa que nació de la mano de Francisco Luque, Chari Arriola y María Jesús Serván, padres de otros alumnos Estalmat.
"Son muy brillantes", destaca Aurora del Río, coordinadora del proyecto sobre los alumnos de Estalmat. "Y muy normales. La mayoría lo vive de forma muy natural", añade Del Río, que explica que los propios chicos piden a los profesores -docentes universitarios y de instituto- que les manden deberes. "Y se las damos".
La idea de esta iniciativa -que tiene en Granada una de las dos sedes andaluzas, la otra es Sevilla- es detectar jóvenes de entre 12 y 14 años especialmente dotados para el razonamiento matemático. Se seleccionan 25 estudiantes cada año por sede tras una prueba en la que se presentan cerca de un millar de estudiantes en toda Andalucía.
Después de ser seleccionados, durante dos cursos se trabaja con ellos, tres sábados al mes, en sesiones de tres horas en las que los chavales aprenden a desarrollar el pensamiento matemático. A Granada vienen de Cazorla, de Garrucha, de Pozo Alcón... "Y son ellos los que levantan a sus padres el sábado para venir a Granada", señala Inmaculada.
La iniciativa llegó a Madrid tras demostrar su éxito en Alemania o Estados Unidos. Las matemáticas se mostraron como un área idónea en la que 'pescar' talento, ya que es "más fácil de detectar y de estimular" a alumnos brillantes en ésta que en otras ciencias, según afirma el profesor de la Universidad Complutense Miguel de Guzmán en su documento El tratamiento educativo del talento especial en Matemáticas, texto que ayuda a entender qué es Estalmat.
"Resuelven problemas de ingenio, razonamiento y estrategia", afirma el profesor de Matemáticas del IES Trevenque Cristóbal Santiago López, que aclara que no se trata de ser excepcional con los números, sino capaz de encontrar soluciones. El Trevenque, en La Zubia, envía cada año al menos un estudiante al Estalmat. Sobre el perfil, son alumnos que puede que en el instituto no destaquen, precisa López. Para hallar esos brillantes por pulir se les hace un test y se les facilitan actividades que requieren creatividad y lógica. Los resultados de unas y otras pruebas permiten establecer si hay 'materia prima' para proyectos como Estalmat, una iniciativa que López reivindica. "El sistema potencia a los alumnos con bajo rendimiento, pero no hay propuestas para los alumnos con altas capacidades".
El proyecto encauza el talento con un trabajo paralelo al que los chavales hacen en el instituto. No se trata de adelantar al resto de compañeros, ni de dar temario de cursos superiores. "La idea es que avancen en cuestiones que no están en el currículo académico", apostilla la coordinadora de Estalmat. La mayoría participan en eventos matemáticos -incluso internacionales- y, en el terreno académico, dirigen sus pasos a la Universidad. Eligen estudiar Matemáticas o los dobles grados de Matemáticas e Informática o Matemáticas y Física. Pero también los hay que han hecho Derecho, Medicina o alguna Ingeniería, recalca Inmaculada, que apunta a los 'extra' que tiene participar en un proyecto como éste. "Es un virus, te entra y se contagia", relata sobre su paso por Estalmat, que va ya por su sexta temporada. "Son niños muy sencillos", que establecen entre ellos una "relación" de amistad "muy fuerte". "No hay competitividad", añade, "ni etiquetas". No se hacen test, ni se les agrupa por su nivel. "Incluso hemos tenido el caso de un alumno con Asperger".
Los que cubren sus dos años en el proyecto pueden seguir vinculados otros dos como veteranos. Y más allá, el grupo de antiguos alumnos de Estalmat que ahora cursa el doble grado de Matemáticas e Informática quedan periódicamente en Ciencias para trabajar, colaborar, ayudar a otros estudiantes, y seguir, de este modo, vinculados con el programa.
El proyecto -que es gratuito- crece a la par que los estudiantes pasan de un nivel educativo a otro. Se trabaja en que nadie con talento se quede fuera -incluso tienen becas de desplazamiento- y ahora buscan ayuda para mantener actividades pararelas.
"Vamos a tocar todas las puertas para pedir financiación para el proyecto", explica Inmaculada. La idea de la Asociación que preside es que los antiguos alumnos tiren del carro y mantengan las actividades complementarias a Estalmat, como los campamentos. "Es fácil encontrar financiación para una liguilla de fútbol, pero nosotros nos las vemos y deseamos para encontrar dinero".
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