Una carrera de obstáculos para vecinos y turistas
LA CIUDAD DESORDENADA
El PSOE tiene ahora en su mano la reorganización de la actividad en la vía pública. Las despedidas y el control de las terrazas, entre los temas urgentes.
Caminar por las calles de Granada se ha convertido en una auténtica prueba de obstáculos más propia del Grand Prix. De poco ha servido la ampliación de las aceras en una ciudad donde cada día los bolardos de hierro revientan espinillas, los contenedores se amontonan en los laterales mientras que los ciclistas campan a sus anchas a gran velocidad.
Aunque estos no son los únicos problemas que encuentra el peatón en sus caminatas. Granadinos y turistas deben también sortear las decenas de mesas y sillas de bares y restaurantes que se han apropiado -previo pago de una tasa municipal- de la vía pública, así como todo el género que los comerciantes de calles como Calderería Nueva, Vieja o Alcaicería sacan a las puertas de sus negocios a pesar de que esta práctica está prohibida por la Ordenanza de la Convivencia.
En los últimos días de mandato del Partido Popular en la capital, la Concejalía de Comercio y Ocupación de la Vía Pública inició algunos procedimientos para reordenar el espacio público. Uno de ellos fue la iniciativa 'Vive la calle' presentada por la ex concejal del área Raquel Fernández. Con este proyecto, la ciudad pretendía poner coto a los artistas callejeros. Para ello se estableció un mapa con las zonas donde pueden ubicarse para ejercer su actividad como malabaristas, músicos callejeros o mimos así como se fijó un horario específico.
En los planes de la Concejalía también estaba emprender una lucha para que los comerciantes de la Calderería Nueva y Vieja no saquen todos sus productos a la calle. Una costumbre que ha motivado no pocas quejas ciudadanas. Ese es el caso de los socios del único comercio de la calle Calderería que no vende artículos dedicados al turismo. Se trata del comercio gestionado por la Sociedad Cooperativa Zahareña que abrió el establecimiento en 1987 y que lleva desde 2006 luchando por que los puestos colindantes no invadan con sus artículos su fachada del negocio. Para ello, han puesto varias denuncias y han llevado el caso hasta el Ayuntamiento de Granada y la Federación Provincial de Comercio, sin éxito.
Según detallan desde este negocio, lo máximo que se ha conseguido es que se le imponga una sanción al propietario que invadía su fachada por valor de 1.500 euros en el año 2008. Sin embargo, esto no impidió que el denunciado continúe colgando cada día, y sobre todo durante los fines de semana, todos sus productos de las ventanas del edificio y que ocupe la fachada del negocio de Zahareña impidiendo la vista, dada la cantidad de artículos que se sitúan en su puerta. "Nuestro horario es de lunes a viernes de mañana y tarde. Los sábados solo abrimos hasta el mediodía. Hay días que venimos a otras horas a hacer alguna gestión y no podemos ni entrar", denuncian desde este comercio, que da por perdida la batalla. No comprende por qué en el resto de la ciudad esta actitud está totalmente perseguida y aquí, a pesar de los distintos intentos de regularización, las ropas, las alhajas y los pañuelos están por todas partes.
No es la primera vez que el Ayuntamiento se había planteado reorganizar esta y otras calles como Alcaicería o la Cuesta de Gomérez donde los vestidos y los bolsos cuelgan de los balcones y las mesitas con alhajas, tés, llaveros, telas de cojines o chilabas se amontonan en el suelo. En el año 2006, la Gerencia de Urbanismo dio un plazo de 48 horas para que los comerciantes retiraran los tenderetes de las calles Calderería y Catedral ocupadas por numerosa mercancía colgada de fachadas que, al carecer de licencia, supone una ocupación ilegal de la vía pública. En concreto, la Gerencia abrió expediente a 51 locales por exponer su mercancía en las fachadas sin permiso, lo que puede suponer un peligro en caso de emergencia, sobre todo si se produce un incendio. Con anterioridad, colectivos como Granada Histórica y la Real Academia de Bellas Artes también solicitaron al Ayuntamiento que adoptara medidas para acabar con los tenderos que proliferaran en torno a la Catedral, algo que si se consiguió. Sin embargo, en la zona de la Alcaicería y Calderería ninguna medida adoptada ha dado con la solución. En 2008 el Ayuntamiento volvió a insistir en el asunto e hizo una campaña informativa para recomendar a los comerciantes que retiraran sus productos. Ante la ignorancia de éstos, la capital decidió actuar con mano dura y sancionar a los reincidentes así como retirarles la mercancía expuesta lo que transformó por un tiempo estas vías.
Ahora, con el cambio de gobierno tras la llegada del grupo municipal socialista y de Paco Cuenca a la Alcaldía , existe la posibilidad de que la Concejalía encargada de la vía pública acabe con esta y otras conductas. En este sentido, también destaca la necesidad de constituir la comisión de seguimiento y control de las terrazas que tantas veces ha solicitado el grupo municipal socialista durante el mandato del PP.
En enero de 2016, el PSOE elevó a pleno una moción para que el ex alcalde José Torres Hurtado activase un plan de ordenación de terrazas, con el objetivo de evitar los abusos de ocupación de vía pública. En este sentido, la concejal del PSOE, Raquel Ruz, ahora encargada del área de Movilidad, Protección Ciudadana, Emprendimiento, Comercio y Turismo, recordó el acuerdo para revisar la tarifas comprometido por el PP y añadió que, "ahora es el momento también de poner en marcha una mesa de trabajo para regular con garantías la ocupación de vía pública, donde además de los grupos políticos deberían estar representados los hosteleros y las asociaciones vecinales, entre otros". En dicha rueda de prensa, Ruz apuntó que, en Granada, según el Anuario Económico de La Caixa, "hay alrededor de 2.100 establecimientos dedicados a la hostelería, específicamente restaurantes y bares, de los cuales, casi 900 solicitaron la instalación de terrazas en la vía pública durante el año 2014, lo que supone alrededor de un 40% de los negocios de hostelería de la capital".
Aunque los socialistas reconocían la colocación de los veladores como un balón de oxígeno para las arcas municipales, Ruz criticó situaciones de sobreocupación de la vía pública que, a su juicio, "deberían estar sujetas al control de un plan municipal".
La edil solicitó por otra parte la puesta en marcha de un plan de ordenación de Espacios con Capacidad Limitada, tal y como determina el artículo 28 de la ordenanza y que, tampoco fue desarrollado por el actual equipo de gobierno del PP.
Durante los once meses que ha durado el mandato de Torres Hurtado tampoco se llegó a regular con concreción las molestas despedidas de solteros. La semana pasada los empresarios volvieron a poner el grito en el cielo ante la multiplicación de los grupos de personas vestidos con disfraces ridículos que salpican todas las calles del centro de la capital. La primavera es, precisamente, la temporada con mayor afluencia de este tipo de visitantes, que se han multiplicado desde el año 2007 y que los restauradores rechazan hasta el punto de que muchos han colgado en las puertas de sus establecimientos carteles con la leyenda "No se atienden despedidas de soltero, disculpen las molestias". La capital anunció en agosto del año pasado que abordaría en una comisión con hosteleros y todos los partidos con representación municipal reforzar su Ordenanza de la Convivencia para frenar las molestias del turismo de despedidas de soltero y evitar quejas vecinales y una posible mala imagen para el sector. Sin embargo, ninguna de estas medidas se han llevado a cabo lo que ha provocado las quejas de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo ante un tipo de visitante que resta más de lo que da. Ahora, con la llegada del PSOE a la Alcaldía, está en sus manos la reordenación de la ciudad.
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