Denuncian una oleada de robos por jóvenes okupas en el Albaicín
Edificios abandonados les sirve para vivir y guardar los objetos robados La última actuación policial fue hace tres días
El barrio del Albaicín, inspirador de pintores y poetas, es uno de los motores culturales de Granada. Los turistas que llegan a la ciudad no dudan en perderse por sus laberínticas calles y sus cuestas de pavimento empedrado. Una zona de casas blancas cuidadas hasta el extremo por sus vecinos, donde se respira arte e historia en cada esquina. Un atractivo de la capital que desde hace años vive atemorizado por la delincuencia y el bandalismo que revive la mala fama que el barrio arrastraba en la década de los 80.
Uno de los principales conflictos se da en el número 13 de la calle Álamo del Marqués, un estrecho edificio de dos plantas, al que se le cae el encalado blanco desde hace dos años, cuando el propietario declaró la vivienda en ruinas y tuvo que desalojar a su única inquilina. Desde entonces, hasta tres grupos de personas de características similares y no mayores de 20 años, algunos incluso menores de edad, han ido okupando la casa.
El problema no iría a más de no ser porque, en cada desahucio llevado a cabo por las fuerzas de seguridad, los agentes encontraban en el interior objetos robados y denunciados por los habitantes del barrio. El último hace escasos tres días. "Es mucha coincidencia que todos se hayan metido en esa misma casa y siempre se encuentren objetos robados", declaran algunos vecinos.
Según los propietarios de viviendas colindantes, del interior del edificio se han encautado hasta tres motocicletas, teléfonos móviles, portátiles y demás objetos de valor en estas improvisadas 'cuevas de Alí Babá'. El miedo se ha adueñado así de las madrugadas de un barrio donde por la noche el silencio y la calma eran denominadores comunes años atrás. "Cada vez que mi hijo vuelve de madrugada y escucho la puerta abrirse respiro de alivio", detalla un miembro de la Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín. En los últimos tiempos, los vecinos han tenido que auxiliar hasta en tres ocasiones a distintas personas que fueron atracadas en la calle, siempre con el mismo procedimiento.
Según relatan para Granada Hoy, la técnica más utilizada por estos jóvenes es la del clásico tirón, aunque en ocasiones los asaltantes han llegado a amenazar con navajas y cúteres a las víctimas. Tras dar el 'palo', corren por las serpenteantes calles del barrio para esconderse y, más tarde, guardar el 'botín' en la casa mencionada líneas arriba. "Este es un barrio maravilloso y maldito, porque lo que sufrimos es algo endémico".
Sin embargo, la raíz del problema va más allá. Detrás del abandono de ciertas viviendas por parte de sus propietarios, los vecinos del Albaicín ven practicas especulativas y de 'mobbing' inmobiliario. Igual que ocurre en ciertos barrios de Barcelona, para los inquilinos del barrio los propietarios de los edificios intentan echarlos para poder sacar rédito económico de la posterior venta o alquiler de los inmuebles en una de las zonas granadinas con mayor proyección exterior.
Lejos quedan los años cuando la policía de proximidad surcaba el barrio sobre motos de cross para persuadir a los 'cacos'. Ahora son los propios vecinos los que actúan de 'policía', advirtiendo a los turistas de que guarden cuidado a ciertas horas al pasear por los alrededores. Después de llamar a las puertas del Ayuntamiento, ahora son escépticos en cuanto a las intenciones de los políticos, ya que "utilizan a los vecinos para salir en los periódicos pero después se olvidan de nosotros", apuntan.
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