Los más cornudos

Hay 59 especies de 'escarabajos de cuernos largos' presentes en Sierra Nevada, de las que dos son exclusivas del macizo nevadense En Andalucía se han descrito 145 especies

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29 de octubre 2016 - 01:00

LOS cerambícidos o escarabajos longicornios son una familia de coleópteros polífagos provistos de llamativas antenas, que se confunden con 'cuernos', casi siempre más largas que el cuerpo. Este grupo de coleópteros puede presentar una coloración vistosa e inclusO metálica aunque la mayoría de las especies nevadenses son grisáceas o negras.

El tamaño de los cerambícidos es variable y oscila entre los 3 mm de las especies más diminutas hasta los más de 17 cm de longitud que tiene el mayor, un raro escarabajo denominado titán de la Amazonía.

Los adultos pueden ser diurnos o nocturnos. La duración del ciclo larvario es variable dependiendo de las plantas de las que se alimenten, si son herbáceas, un año, si son perennes, de varios años de duración.

Las larvas son mayoritariamente xilófagas, es decir, se alimentan de madera y para ello perforan troncos, siendo importantes agentes recicladores en los ecosistemas forestales. Algunos se consideran plagas como la carcoma o capricornio doméstico (Hylotrupes bajulus), ya que daña muebles y vigas de madera de coníferas, o el Vesperus xatartii (castañeta) que ataca al olivo.

Los representantes de la familia Cerambycidae en la Peníncula pueden ser incluidos en 7 subfamilias: Parandrinae, Spondylidinae, Prioninae, Lamiinae, Vesperinae, Cerambycinae, Lepturinae y Necydalinae. En Sierra Nevada hay representantes de todas ellas excepto de la última. Las especies de la subfamilia Parandrinae son conocidas como 'cerambícidos aberrantes' ya que son diferentes a la mayoría, especialmente porque la longitud de sus antenas no sobrepasan la base de los élitros.

Se calcula que esta gran familia de escarabajos cuenta con más de 25.000 taxones diferentes. En Andalucía se han descrito 145 especies que suponen el 56% del total de la Península. El total de especies conocidas en Sierra Nevada hasta ahora es de 59.

Dos taxones del género Iberodocardion, perteneciente a la subfamilia Lamiinae, Iberodocardion zenete e Iberodocardion lorquinii, sólo pueden encontrarse en Sierra Nevada.

Iberodocardion zenete . Ha sido localizado solamente, hasta el momento, en las estribaciones orientales de la Sierra Nevada, próximas al Puerto de la Ragua, sobre los 2.000 m de altitud. Los adultos eclosionan en otoño permaneciendo hasta el verano. Se desarrollan sobre varias especies de gramíneas, con preferencia por los géneros Phalaris y Dactylis.

Iberodocardion lorquinii . Vive a cotas mayores (2400 a 3000 m), y presenta una aparición veraniega tras la fusión de las nieves permaneciendo activos hasta septiembre u octubre, en función de las condiciones meteorológicas. Han sido descritas poblaciones en toda la parte occidental del macizo desde el Puerto de la Ragua hasta el valle del Río Lanjarón. Se desarrollan principalmente a expensas de gramíneas del género Dactylis.

Las larguísimas antenas permiten a estos insectos detectar olores a gran distancia. Al final de las patas tienen unas ventosas que les permiten adherirse a cualquier superficie por lisa que esta sea.

Su mejor protección contra pájaros y otros atacantes consiste en su caparazón, a veces con protuberancias puntiagudas que pueden dañar la garganta, boca o intestinos del depredador.

Al ser acosados se defienden dando 'fuertes' mordidas aunque no disponen de veneno.

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