El remedio contra los terremotos

La corporación sigue celebrando la ceremonia para renovar el voto a la Virgen de las Angustias, con la que se le agradece que "librara" a la ciudad de los seísmos

1. La ceremonia se celebró en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias con una misa oficiada a mediodía de ayer 2. La corporación municipal estuvo además acompañada de cuatro Maceros vestidos con ropas tradicionales del siglo XIX y policías de Gala, que se situaron junto a los políticos 3. La celebración se lleva a cabo desde hace varios años cada 26 de diciembre para renovar el voto a la patona de la ciudad con el que se le agradece que librara a la capital de las consecuencias de los terremotos de 1884 y 1956.
1. La ceremonia se celebró en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias con una misa oficiada a mediodía de ayer 2. La corporación municipal estuvo además acompañada de cuatro Maceros vestidos con ropas tradicionales del siglo XIX y policías de Gala, que se situaron junto a los políticos 3. La celebración se lleva a cabo desde hace varios años cada 26 de diciembre para renovar el voto a la patona de la ciudad con el que se le agradece que librara a la capital de las consecuencias de los terremotos de 1884 y 1956.
Redacción / Granada

27 de diciembre 2008 - 01:00

Más de 50 años después de que se produjera el último gran terremoto en la provincia que asoló parte de la Vega y causó tres muertes en Albolote, la corporación municipal sigue encomendándose a la Virgen de las Angustias para que libre a la ciudad de tan luctuosos acontecimientos. Y es que los seísmos de los años 1884 y 1956 aún siguen presentes en la memoria de los granadinos.

Los temblores arrasaron varios pueblos pero, curiosamente, la ciudad se libró de sus consecuencias. Por aquel entonces, los granadinos pensaron que la Virgen de las Angustias había tenido mucho que ver en esta suerte de milagro. Y hoy, por si las moscas, la corporación municipal sigue dándole las gracias.

Como cada 26 de diciembre, miembros del equipo de gobierno desfilaron ayer bajo mazas acompañados de la banda de música, desde la Plaza del Carmen, hasta la Basílica de las Angustias, donde se ofreció una misa.

Junto los representantes políticos, la comitiva estuvo integrada además por cuatro Maceros, el Portero de la Ciudad y dos Guardias Locales de gala, que fueron los encargados de custodiar la procesión.

A las 12:00 horas, al son del repique de las campanas el templo abrió sus puertas a los visitantes que, un año más, confian en que los seismos que frecuentemente hacen temblar a la ciudad no sean más que meras anécdotas.

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