Un guiño a Lapido a cuenta del 'leviatán de cemento en la Vega'
Referencias literarias en la justicia El magistrado ya nombró, directa e indirectamente, a Góngora, Quevedo o Melville
En su último auto sobre el Nevada, el juez Miguel Ángel Del Arco vuelve a recurrir a las citas; ahora el elegido es el músico de rock y su canción 'No digas que no te avisé'
Oradores, periodistas, literatos y, en general, quienes escriben o hablan dirigiéndose a un público tienen la sana costumbre de citar, de rescatar acertadas frases de algún personaje brillante.
Un autor recurrente es Paul Valèry, hasta el punto de que de él se recopilaron en un volumen centenares de frases que se hicieron célebres. Fue el que dijo, por ejemplo, que "El futuro ya no es lo que era", válido en muchos contextos.
También saca de muchos atolladeros el "Se hace camino al andar" que escribió Machado, el "Sin embargo se mueve" de Galileo, el "Dios no juega a los dados" de Einstein o, si uno ya se quiere poner intenso y pegarle un rapapolvo a los poderosos, el "Detrás de cada gran fortuna siempre hay un crimen" que apuntó Balzac y que es la cita, de hecho, con la que comienza el libro El Padrino, de Mario Puzo.
Se da por sentado, por tanto, que citar a los clásicos casi siempre queda muy bien. Pero claro, queda por determinar quién es un clásico, categoría en la que, ya puestos, también puede militar un músico de rock... a pesar de que el grupo Oasis sentenciara hace tiempo lo siguiente: "Nunca pongas tu vida en manos de una banda de rock and roll; lo echará todo a perder".
El granadino José Ignacio Lapido es una referencia en el rock español y si en algo coinciden casi todos es en que una de sus mejores virtudes es lo bien que escribe. No es un tipo que rime noche con coche; trabaja la cosa bastante más. Su talento no le ha pasado desapercibido a Miguel Ángel del Arco, titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Granada. A Del Arco le gusta citar, o en su defecto recurrir a la literatura en sus autos, sentencias y demás escritos. Suya fue la idea de comparar el Nevada con un leviatán de cemento en la Vega, lo que lleva a pensar que el hombre, muy posiblemente, se entusiasmó leyendo Moby Dick. Más recientemente, cuando la polémica entre Luis García Montero y José Antonio Fortes, trajo a colación a Góngora y Quevedo, dando a entender que las peleas entre los que empuñan la pluma no son nada nuevo.
Ahora ha citado a José Ignacio Lapido. En un auto en el que autoriza la realización de las obras que sean absolutamente necesarias en previsión de riesgos para terceros en el Nevada, el juez escribe esto: "La prensa facilita información de la diversidad de opiniones de ciudadanos. Desde la necesidad de abrir el Centro Comercial Nevada porque está casi acabado y crearía miles de empleos, hasta los que se declaran hartos de pelotazos, irregularidades, ladrillazos y destrucción de la Vega. Significativa, por lo que tiene de sociedad viva, es la creada Plataforma en Defensa del Nevada, que ha recabado miles de firmas para su apertura, según se dice, y la Plataforma Salvemos La Vega. También llegan otros ecos: 'Querrán venderte falsos mapas / de caminos al Edén / Recetas de esperanza caducadas/ paraisos de papel". Es un fragmento de la canción No digas que no te avisé, que Lapido incluyó en su disco En otro tiempo, en otro lugar, publicado en 2005.
"¿Eso pone?", reaccionó ayer el músico, sin poder disimular su asombro. Tal era su sorpresa que poco más pudo decir, salvo adoptar un tono de broma para anunciar que no cobrará derechos de autor al magistrado y añadir, en lo que podría ser una devolución del cumplido, que él ha utilizado en algún artículo -es columnista de Granada Hoy- lo de Leviatán de cemento en la Vega. "Es una expresión que me gusta", reconoció.
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