Última estación: Loja

El tramo, de 22 kilómetros, es el obstáculo para que se cumpla la promesa de traer la alta velocidad en el año del Milenio · Todavía está en fase de estudio informativo y sólo la obra ya tardará casi tres años

Viajeros en la actual estación de ferrocarriles de Granada.
Viajeros en la actual estación de ferrocarriles de Granada.
Guillermo Ortega / Granada

19 de octubre 2009 - 01:00

¿Llegará la alta velocidad a Granada en 2013? La pregunta no tiene una respuesta categórica, un sí o un no. Va por barrios, por así decirlo. El PSOE lo da por hecho cada vez que puede, anteponiendo el compromiso de Rodríguez Zapatero y de Griñán a las palabras de Víctor Morlán, secretario de Estado de Infraestructuras y número dos en el Ministerio de Fomento, quien dijo recientemente que no podía garantizarlo.

El PP, por supuesto, opina que el AVE no llegará a tiempo y vaticina un retraso de entre tres y cuatro años. Su presidente provincial, Sebastián Pérez, dice que no lo ve hasta 2017, la misma fecha que dio también la concejal de Urbanismo de Granada, Isabel Nieto.

Entrar en ese terreno no conduce a nada y está muy visto, además. Igual es más útil recurrir a un mapa como el que ilustra esta doble página y explicarlo. Y después, que siga el baile político.

Como se aprecia, la línea Bobadilla-Granada está dividida en subtramos que a su vez están en distintas fases de ejecución. Por ordenarlos de más a menos hechos, el primero sería el Loja-Tocón, doce kilómetros que ya están en servicio. Y después irían los Tocón-Valderrubio, Valderrubio-Pinos Puente y Peña Enamorados Quejigares, un total de 41,1 kilómetros que están en obras. Con máquinas trabajando allí, para ponerlo más claro.

Menos avanzado que todos ellos está el tramo entre Pinos Puente y Granada, doce kilómetros que se licitaron el pasado mes de septiembre y donde va a empezar a trabajarse de forma inminente.

Aún en fase de proyecto constructivo, y por tanto sin licitar, hay otros cuatro tramos: los dos nudos de Bobadilla, en Antequera, que forman una especie de Y que permitirá dividir el tráfico procedente de Córdoba y el que proviene de Málaga, los algo más de diez kilómetros que hay justo después, dentro de Antequera y que incluyen la nueva estación, y el enlace entre Antequera y la Peña de los Enamorados.

En principio no debería haber ningún problema para que todos los tramos mencionados estuvieran en funcionamiento en el año 2013, y tampoco tendría que haberlos para que se hiciera la obra que permitirá la llegada del tren a Granada, dos kilómetros de soterramiento bajo el barrio de La Chana.

Aunque todavía está en la fase de estudio informativo -y por tanto le quedan, por este orden, los de estudio de impacto ambiental, proyecto constructivo, licitación, adjudicación y obra- , es, según Fomento, un obstáculo pequeño y de fácil ejecución.

"La única dificultad que teníamos en ese tramo era el desvío del Río Beiro, pero ya se aceptó la propuesta de la Agencia Andaluza del Agua y se ha superado ese escollo", garantiza Manuel Pezzi, diputado socialista y, por eso mismo, uno de los que defiende a ultranza la tesis de que la promesa de traer el AVE a Granada en un año emblemático -por aquello de la conmemoración del Milenio- se cumplirá.

No puede decirse lo mismo, que sea fácil de completar a tiempo, del tramo que marcará finalmente la frontera entre el 'se pudo hacer' y el 'no dio tiempo'. En el mapa está recuadrado. Son los 22 kilómetros de la variante de Loja, por ahora en estudio informativo. El tramo y su estación.

Es lo que va más retrasado porque se trata del segundo estudio informativo que se realiza. El primero se descartó hace algo menos de dos años porque los técnicos se dieron cuenta de que el tren atravesaría por una zona delicada desde el punto de vista medioambiental, unos acuíferos podían resultar contaminados y se optó por encontrar un trazado alternativo: desviar la línea hacia el sur de forma que el tren termine discurriendo por encima de la autovía A-92.

El nuevo estudio informativo, según las previsiones, estará listo a finales de este año. Quedarían cuatro por delante, así que se va contra el reloj.

Como se ha dicho antes, el siguiente paso ha de ser el estudio de impacto ambiental, un trámite que se está intentando acelerar al máximo. De hecho, el pasado mes de junio la Consejería de Obras Públicas de la Junta, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), el Ministerio de Fomento y el de Medio Ambiente crearon un Comité Permanente de Coordinación Técnica para ello.

Desde entonces, cada paso que se da en el estudio informativo es consultado -sus componentes se reúnen cada quince días- para constatar que no va a representar una dificultad medioambiental. Para ponerlo más claro: si en el trazado resulta que los técnicos topan con un árbol de una especie protegida o con una laguna donde anidan aves migratorias, tienen a alguien del Ministerio de Medio Ambiente que les recomienda de inmediato que recapaciten, que den un rodeo si hace falta, pero que por ahí no.

El objetivo no es otro que agilizar la elaboración del estudio de impacto ambiental, que de lo contrario podría tardar más de un año. Hay prisa: ese estudio, el proyecto constructivo, la licitación y la adjudicación se deben hacer a lo largo del año 2010 porque la obra en sí se va a prolongar casi tres años.

Dicho de otra forma: si las máquinas no están allí a principios de 2011, llenando de raíles esos 22 kilómetros y construyendo, por añadidura, la nueva estación de Loja, que también cambia de emplazamiento y se ubicará a la altura del parque empresarial, el AVE no llegará a Granada en el año 2013.

Pezzi se pone en la hipótesis de que sí y entiende que la segunda interrogante -¿con la nueva estación, la de Moneo, ya operativa, o con la antigua?- es una cuestión importante, pero no determinante.

"En Valladolid llega el AVE y todavía no se ha terminado la nueva estación. Lo importante es que las vías de ancho europeo lleguen a su destino final", subraya el parlamentario, que matiza que esas vías coexistirán durante un tiempo con las convencionales, porque a Granada seguirán llegando trenes de mercancías procedentes de Almería que las utilizan. El tramo de alta velocidad entre la capital granadina y la almeriense va para más largo.

Y el viajero que se baje del AVE en Granada, siguiendo con las previsiones, tendrá justo al lado una parada de Metro, otra infraestructura que para el año 2013 debe estar en marcha. La famosa intermodalidad que tanto dio que hablar consiste en que el también llamado tren ligero bajará por la Avenida de los Andaluces y se detendrá a escasos metros de la estación. "Es el máximo grado de intermodalidad que se puede alcanzar", resalta el diputado del PSOE.

Pezzi entiende que también da tiempo a hacer el nuevo edificio. La clave, asegura, está en que en lo que queda de año se alcance un acuerdo para su diseño -la reunión entre los técnicos del Ayuntamiento y el equipo del arquitecto Rafael Moneo está prevista para finales de este mes- y que se alcance un acuerdo para su financiación.

La costearán, aunque no a partes iguales, Fomento, Junta y Ayuntamiento. Este último se quedará a cambio con amplias parcelas que puede aprovechar. "Le puede salir gratis", sugiere.

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