Terapias para que el maltrato no deje huella en los más pequeños

A una mujer víctima de malos tratos hay algo que le duele más que los golpes o las palabras de desprecio de su pareja. Sus hijos. En una situación de violencia doméstica, los niños, incluso siendo bebés, son testigos y sufridores directos de la cruda realidad que se vive en su casa. La Asociación de Mujeres para la Defensa y Apoyo de las Víctimas de Malos Tratos Activa fue una de las primeras organizaciones en darse cuenta de la "desprotección de los menores" y por ende, pionera en trabajar además de con las madres con los niños víctimas de una situación de maltrato. Gracias al convenio establecido con el Ayuntamiento, actualmente expertos en la materia trabajan con 95 menores y les ayudan a "sentirse como sus iguales y a no llevar la sobrecarga de su situación familiar". El resultado de todo el proceso ha sido excelente y por eso, el área de Igualdad y la asociación quieren consolidar durante este año uno de los convenios que mejores resultados ha tenido. Isabel Belda, responsable de Activa, explicó ayer que el trabajo con las madres se realiza a través de grupos de apoyo y con los menores mediante la puesta en marcha de actividades lúdico-terapéuticas como salidas a caballo, juegos y sesiones en un entorno relajado y adaptado a los diferentes grupos de edad con los que se trabajan.

Fruto del trabajo de la asociación con las madres se ha creado un nuevo grupo de terapia impulsado por las propias implicadas (unas 53) que refuerza todas las actividades que se hacen en Activa. Una de ellas quiso ayer agradecer el apoyo que desde la asociación y el área de Igualdad se les ha ofrecido a todas ellas. "Somos mujeres que luchamos por sentirnos bien y curar nuestras heridas", expuso. Y añadió: "Para la sociedad, en muchos casos, somos números culpables de nuestro sufrimiento pero gracias a este tipo de programas hemos encontrado las ganas de vivir y educar a nuestros niños en paz y armonía con nosotras mismas". Según sus palabras el resultado de todo esto es que tanto ellas como sus hijos han recuperado su vida. Y ante ese resultado poco hay que añadir.