El Ayuntamiento pasa la 'ITV' a 30 aljibes del Albaicín
La Fundación Albaicín controla mensualmente que estos inmuebles no sean objeto de atentados y vela por su recuperación · El último que se ha limpiado es el del Zenete
Una de las piezas clave para que un barrio Patrimonio de la Humanidad siga manteniendo su catalogación es que preserve en perfectas condiciones todos los elementos históricos y artísticos que le dan tal valía. Entre estos, se encuentran los aljibes y en el Albaicín hay un listado de 30 inmuebles, que el Ayuntamiento tiene en el punto de mira para su cuidado y mantenimiento. La intención municipal es intensificar su control para mantenerlos en buen estado y evitar atentados contra este patrimonio.
La Fundación Albaicín, gracias a un convenio firmado con la Empresa Municipal de Aguas de Granada, Emasagra, se encarga desde hace dos años de estas tareas y gracias a este trabajo hace tan sólo unos días se culminó la puesta a punto de uno de los aljibes que se encontraba en peor estado: el de la calle Zenete.
No era la primera vez que asociaciones de preservación y conservación del patrimonio o los propios vecinos de la zona habían alertado del estado y del deterioro que sufría el depósito hidráulico. Básicamente, los técnicos encargados de esta labor realizan una limpieza, desinfección, cerrajería, carpintería, brocales y, como no, pintadas y grafitis.
Desde la Fundación Albaicín se explica que todos los trabajos que se hacen en los aljibes son manuales, con técnicas nada agresivas y productos naturales para que no dañen la piedra, la madera o los elementos con los que se realizara el aljibe. "El control es mensual", explican desde la Fundación. Una persona es la que se encarga realizar el recorrido pertinente, de velar por el cuidado de las piezas y de priorizar la intervención en cada una de ellas. De este modo, anualmente se interviene, aproximadamente, en cinco. El año pasado fueron mejorados los aljibes de la plaza del Salvador, el de Peso de la Harina, San Miguel y San Cristóbal. Cada trabajo es distinto y "el tiempo que se dedica también varía de cómo se encuentre el aljibe", afirman desde la Fundación.
Los encargados de este programa señalan que, aunque las pintadas callejeras y los grafitos, son uno de los principales problemas que amenazan al Patrimonio, en general, en este caso no es el más preocupante. "Hemos tenido que atender más a otros aspectos como el propio deterioro del material -caída de ladrillos u otras piezas arquitectónicas- o a los pórticos de las piezas, más que a las pintadas", señalan.
Desde la Fundación se lanza un mensaje para pedir la colaboración ciudadana en el cuidado y mantenimiento de este tipo de inmuebles. Especialmente, porque se recuerda la existencia de la ordenanza de la Convivencia que multa hasta con 3.000 euros los atentados contra el patrimonio como es el caso de las pintadas.
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