"Mi madre siempre ha sido el espejo en el que me miro como bailaora"

La artista, hija de Juana Amaya y Cristobal Reyes, actuará por primera vez esta noche en Los Veranos del Corral

Nazaret Reyes.
Nazaret Reyes.
Alba Martín / Granada

02 de agosto 2012 - 05:00

Antes de nacer ya sentía el taconeo de su madre. Narazet Reyes, hija de los reconocidos bailaores Juana Anaya y Cristobal Reyes, lleva el flamenco en las venas. A sus diecinueve años ya ha participado en grandes festivales y giras junto a su madre dentro y fuera de España: el Irvine Barclay Theatre de California, o el Festival Flamenco en Nuevo México han aclamado su presencia. Esta noche viene a Granada para presentar su baile en solitario en las tablas de la XIV edición de Los Veranos del Corral.

-¿De qué se compondrá el espectáculo?

-Primero empezaré por martinetes y seguidillas, luego habrá un número en el que interpretaré soleás y bulerías, seguiré con un taranto terminado por tango y por último, fin de fiesta y que salga muy bien.

-Se espera mucho de la más pequeña de este ciclo de flamenco. ¿Qué intentará expresar con tu baile?

-Pretendo darlo todo y bailar con el corazón, voy a intentar llegar al público, una responsabilidad grandísima. Tengo miedo de pensar que la gente está ahí esperando, pero bueno yo voy a intentar mostrar todo lo que sé, como siempre.

- ¿Considera que su madre es su mayor influencia?

-Mi madre es el espejo en el que yo me miro, está claro. Yo saco mis bailes mirándola a ella a los ojos, si no la veo en frente de mi, sentada en una silla y mirandome no puedo bailar, imagínese si me influye. Desde que nací veo su baile y el de toda mi familia, me metía en los estudios a ver a mi madre, viendolo como un juego. Nunca he dicho ' quiero ser bailaora' sino que desde chiquitita empecé bailando y hasta ahora.

-Se dice que comparte con su familia un estilo especial, el de Morón de la Frontera ¿Qué tiene de particular?

-Sí, mi familia de Morón son todos bailaores. Mi tío Ramón Barrull ha dejado una escuela muy grande de flamenco, también su hijo Jairo Barrul; mi madre, Juana Amaya, que ha aprendido de Ramón; o Pepe Torres, un pedazo de bailaor. En la familia de mi padre [de Córdoba], también hay grandes bailaores como Antonio y Manuel Reyes o Joaquín Cortés. En cambio yo me veo más reflejada en el estilo de Morón, que es un baile con mucha fuerza y temperamento. Yo intento tener todas esas cosas.

-¿Cuándo considera que se inició en el mundo del flamenco?

-Yo siempre me subía con mi madre a los fin de fiesta de sus espectáculos a bailar por bulerías, pero la primera vez que bailé formalmente fue con diez años en la Bienal de flamenco de Sevilla en un espectáculo a Carmen Amaya, Evocaciones, y interpretaba a Carmen de chiquitita. A partir de ahí he hecho un montón de giras con mi madre, también he formado parte de galas como la de los premios Giraldillos en el Teatro Lope de Vega, por ejemplo.

-¿Y el futuro?

-Si dios quiere a mi me gustaría dedicarme a esto toda mi vida, es lo que más me gusta desde que nací, es mi educación, lo que yo he vivido en mi casa. Deseo trabajar mucho y que mi trabajo guste al público.

-¿Cómo cree que evolucionarán las nuevas generaciones flamencas ?

-Hay mucha técnica y mucho conocimiento, hoy en día la gente sabe muchísimo. También hay más facilidades de estudio. Yo creo que es más fácil que antes, pero también te exigen mucho más en la puesta de escena, se hacen grandes espectáculos. A mi me da respeto porque yo sé que tengo mucha competencia muy buena.

-¿Qué piensa de iniciativas flamencas como la de Los Veranos del Corral ?

-Estoy muy contenta, me hace mucha ilusión estar en ese ciclo este año. Ya había trabajado ahí mi madre y yo he estado de pequeña, el sitio me encanta es precioso. Todos somos jóvenes, yo creo que es una gran oportunidad para darnos a conocer.

-¿Tiene proyectos en mente?

-Estoy esperando con mucha ilusión un nuevo proyecto con la Unesco de dos años, también tengo una gira.

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