El Salón se funde en acero con la muestra 'Rodeando el espacio'

exposición Arte contemporáneo de inspiración tecnológica

El artista vitoriano presenta en Granada una exposición compuesta por ocho esculturas que son una reflexión sobre el cambio hacia la tecnología orgánica

Viandantes entre las esculturas de Aitor Urdangarin, ayer tras su inauguración.
Viandantes entre las esculturas de Aitor Urdangarin, ayer tras su inauguración.
Marina Rivero / Granada

01 de noviembre 2012 - 05:00

El Paseo del Salón es la nueva 'estación' de Rodeando el espacio, una muestra itinerante compuesta de ocho esculturas de acero inoxidable obra del artista vitoriano Aitor Urdangarin. Durante la presentación de la exposición, el escultor vasco explicó ayer a los periodistas que el proyecto nació hace ya tres años con una "idea inspiradora" muy concreta, "proponer una reflexión sobre la evolución que estamos sufriendo hacia la tecnología orgánica".

En la muestra destacan títulos como Flor, Contacto o Nudo junto a dos obras de Tauromaquia, este último un arte al que Urdangarin se confesó aficionado.

El creador de Rodeando el espacio también detalló el complejo proceso técnico, previo al resultado final, en el que el metal se rellena de arena para aportarle solidez y consistencia al acero; material que finalmente se somete a una temperatura homogénea de 200 grados.

Además, otro de los aspectos técnicos de las esculturas de esta exposición es la falta de brillo en el uso del metal. Urdangarin deja la materia pulida, pero en un estado mate, provocando un juego de luces y sombras que dota a la obra de textura.

Rodeando el espacio es una exposición itinerante que se instala en Granada tras su paso por Santander, Madrid y Bilbao y que pretende visitar otros países europeos como la vecina Francia o Alemania.

El artista, escritor y crítico de arte Massimiliano Tonelli destaca de la obra del autor sus esculturas sencillas de líneas simples que modelan el vacío y liberan las piezas. En este sentido, Tonelli explica: "En él (Urdangarin) veo a un escultor europeo; por fin un vasco que no mira al Constructivismo sino a la Libertad escultórica de Brancusi, Picasso, Pomodoro o Palladino".

Aitor Urdangarin, diplomado en la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria, confesó ayer que "la verdadera complejidad del trabajo de un artista es conseguir un lenguaje que no se haya hecho nunca y resulte fácilmente reconocible".

El escultor, cuyas exposiciones individuales y colectivas se han expuesto en la mayoría de ferias y galerías de arte españolas, reconoció identificarse con el estilo contemporáneo y sentirse muy orgulloso de trabajar con dos galerias madrileñas que albergan obras de figuras a las que admira como Miró, Tápies o Miralles.

Por su parte, el concejal de Cultura, Juan García Montero, destacó el emplazamiento de Rodeando el espacio tratándose de "un lugar donde las actividades culturales tienen peso histórico".

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