Manolín, el pequeño cofrade

Manolín es un niño que sueña con cargar un paso sobre sus hombros y que, cuando juega al fútbol con sus amigos, coloca la barrera como si estuviera haciendo una igualá. Además, el personaje creado por Vicente Martín Vicen tiene ya 5.200 amigos en Facebook y más de 2.600 seguidores en Twitter, la mayoría de ellos de Sevilla y Granada. "Este cómic nació de la unión de mis dos pasiones, el dibujo y la Semana Santa", explica Vicen, el creador de las aventuras de Manolín el costalero.

Colaborador del cineasta Rodrigo Cortés en distintos proyectos cinematográficos, Vicen ha creado al niño que todo padre cofrade quisiera tener. "Pero sin caer en la vejación o en el menosprecio", señala el autor sobre una tira cómica apta para los que llevan una cadena con la insignia de su cofradía y para los que huyen de los pasos de la Semana Santa como alma que persigue el diablo.

Las andanzas del niño que, en lugar de una camiseta de la Selección de fútbol, lleva siempre un costal sobre la cabeza, se pueden adquirir en Libros.com. y ya hay en internet un episodio piloto de lo que sería una serie de animación con Manolín como protagonista, además de contar con diferentes artículos de merchandising como camisetas, tazas o pulseras. Con gran inspiración en personajes como la mítica Mafalda, Vicen ha sumado sus experiencias como costalero junto a las aportaciones de su hijo Diego de cinco años. "Me inspiro en cosas cotidianas que he vivido con las que todos los cofrades se sentirán identificados", detalla el escritor sobre un proyecto que podría incluso dar el salto a las tablas del teatro. Vicen, que compagina los rotuladores con su profesión de actor en la compañía Spasmo Teatro, ya ha recibido alguna propuesta de compañeros de profesión para que Manolín sea el protagonista de una obra que sería una especie de "musical cofrade". Y es que el pequeño personaje ya es un habitual de los grupos de chat de whatsap de las cuadrillas. "Estoy recibiendo peticiones de todas partes para las aventuras", asegura Vicen sobre un personaje real como la Semana Santa misma. Sólo hay que darse una vuelta por la ciudad cuando salen los pasos para ver cuadrillas improvisadas de niños que llevan cuatro palos sobre los hombros, pero no renuncian a dar su chicotá. "Este finde mi padre me ha llevado a la Warner", le dice un niño a Manolín en una de las viñetas. "Pues el mío me ha llevado a San Lorenzo a ver la Divina Pastora, al Rosario de Consolación y me ha comprado dos sobres de la liga. No digo que el tuyo no te quiera, pero el mío me quiere tela para aguantar todo eso", le replica el niño cofrade que, claro, cuando sus padres se mudan, dirige con precisión a los dos obreros que cargan con el sofá.

"Nada más cruzar las puertas de mi casa ensaya una banda de tambores y cornetas y son niños que están recibiendo una disciplina, una cultura y están aprendiendo a tocar uno o dos instrumentos, algo que es muy enriquecedor para ellos", afirma Vicen sobre las pasiones tempranas que despierta el mundo cofrade en niños que, en vez de pedir el Cantajuego cuando se montan en el coche, exigen la Salve Rociera.