Pablo Heras-Casado, autenticidad y compromiso

La Asociación de Amigos de la OCG, que este año celebra el XX aniversario de su fundación, nombró ayer al director granadino como su tercer socio de honor

Pablo Heras-Casado, ayer, al recoger la distinción de manos de María José Gómez.
Pablo Heras-Casado, ayer, al recoger la distinción de manos de María José Gómez.
Gonzalo Roldán Herencia

08 de febrero 2015 - 05:00

La Asociación Amigos de la OCG, coincidiendo con el XX Aniversario de su fundación, nombró ayer al director Pablo Heras-Casado su tercer socio de honor, una distinción que sólo la han obtenido con anterioridad el también director de orquesta Josep Pons y el crítico y productor artístico José Vallejo, socio fundador de dicha asociación. El acto fue presentado por la presidenta de la asociación María José Gómez, que en sus cálidas palabras resaltó la calidad humana y la cercanía de un director que, con tan sólo 37 años, ha actuado en los mejores escenarios del mundo. José Vallejo, en nombre de la asociación que él contribuyó a fundar hace veinte años, le impuso la insignia de oro que acredita tal nombramiento como Socio de honor de los Amigos de la OCG.

Con este nombramiento se hace un reconocimiento a la fulgurante y exitosa carrera de Pablo Heras-Casado, toda una lección de compromiso y arrojo, pues en unos escasos veinte años de carrera profesional ha sabido perfilarse como una de las personas más influyentes del mundo de la cultura en España, según un estudio publicado en El País Semanal el año pasado. Con anterioridad ya había sido nombrado uno de las 40 personas de menos de cuarenta años con mayor proyección empresarial, según publicaba en 2012 el New York Bussiness; ese mismo año era incluido en la lista de los "100 neoyorkinos más influyentes" por el Gotham Magazine, y pasó a estar considerado entre los cinco mejores directores del mundo con menos de cuarenta, según el estudio realizado por la Canadian Broadcast Corporation. Y no cesan los reconocimientos y valoraciones positivas a nivel mundial; en 2014 la revista Musical America nombraba a Pablo Heras como director del año.

Si alguien se pregunta cuál es el secreto de su éxito, la respuesta sea posiblemente que Pablo Heras es un músico auténtico, comprometido con su ideal artístico, que unido a la enorme calidad de su música lo convierten en uno de los directores más carismáticos de los últimos tiempos. Sus inicios como director del ensemble de música antigua Capella Exaudi (más tarde La Cantoría) han dejado en la memoria de nuestra ciudad algunas de las mejores interpretaciones que aquí se han podido escuchar no sólo de música española de los siglos XVI o XVII, sino también de los grandes maestros del barroco. Este gusto por la polifonía y el contrapunto renacentistas y barrocos condujeron, sin duda, sus primeros pasos hacia directores como Christopher Hogwood o Harry Christophers, de los que sin duda tomó parte de su esencia interpretativa.

Durante sus primeros años, Pablo Heras dirigió diversas formaciones en el territorio nacional. En el año 2000, con tan sólo veintidós años, ya era director asistente de la JONDE. En 2003 dirigía por primera vez a nuestra OCG, a la que siguieron en el territorio español la Orquesta de Radio Televisión Española, la Orquesta Sinfónica del Vallés, la Sinfónica de Galicia, la Orquesta Ciudad de Córdoba o la Orquesta Sinfónica de Murcia. Es en esos momentos cuando fue nombrado director titular de la Orquesta de Girona, puesto que ocupó durante tres temporadas.

Es difícil saber cuando se produce el salto al panorama internacional, pues desde edad temprana coqueteó con las principales formaciones europeas. Con tan sólo 29 años era director asistente de la Deutsche Oper de Berlín y de la Ópera de París. Pero quizás un momento decisivo en su carrera fue cuando dirigió en 2007 en el Festival Lucerna, donde fue ganador de la Competición Anual de Directores con la obra Gruppen de Karlheinz Stokhausen. En esta ocasión estaba a su lado uno de los grandes directores y compositores de la música contemporánea: Pierre Boulez, quien sin duda ha sido uno de los mentores más destacados de Pablo Heras. Si entonces alguien todavía albergaba dudas del potencial de este joven director, éstas quedaron claramente disipadas

Desde entonces, las redes sociales no paran de publicar eventos en los que Pablo Heras está presente como protagonista destacado. Su imagen, su mirada sincera y penetrante, nos mira desde el otro lado de la pantalla diciendo "aquí estoy"; y no lo hace con arrogancia, sino con la seguridad de quien sabe dónde se encuentra y disfruta de lo que hace. No en vano, ha sido invitado por las principales orquestas de todo el mundo, dirigiendo tanto repertorios sinfónicos como ópera, música antigua o estrenos de radiante actualidad.

En 2012 fue nombrado director titular de la orquesta St. Lukes de New York con la que ya ha conseguido sus primeros éxitos de crítica. De hecho, la prensa estadounidense habla de él como uno de los newyorkers con más potencial, aunque Pablo nunca ha dejado de considerarse un granadino de pura cepa, ejerciendo de embajador de su ciudad allá donde va. Y es que Pablo Heras continuamente resalta ante los medios de comunicación nacionales e internacionales su origen y su vinculación con la tierra que le vio nacer, en donde ha elegido tener su residencia estable y que ya se ha convertido en núcleo de reunión de artistas y mecenas internacionales a su paso por Andalucía. Por todo ello se le concedieron en 2012 la Medalla de oro al mérito del Ayuntamiento de Granada y la Medalla de honor de la Fundación Rodríguez Acosta. Por ello, y sobre todo por su cercanía y generosidad, también ha sido nombrado Socio de honor de la Asociación de Amigos de la OCG, una asociación a la que pertenece desde hace tiempo y con la que siempre ha estado muy implicado.

En las emotivas palabras de agradecimiento que pronunció, Pablo Heras manifestó estar "muy orgulloso de esta distinción, pues representa lo más importante de mi vida"; de esta forma, hacía referencia a los quince años que lleva siendo socio de los Amigos de la OCG, y de los muchos buenos momentos y colaboraciones que ha compartido con ellos, con su familia que siempre le apoya y acompaña, y con tantos y tantos amigos y músicos que se congregaron en el Salón de Actos de la Universidad Euroárabe para acompañar al director.

Al finalizar el acto, algunos músicos de la OCG recibieron con música a un sorprendido y encantado Pablo Heras, rindiéndole un espontáneo reconocimiento a su trabajo. La sección de trompas de la orquesta tocó la Llamada a la caza de Rossini, y unos fragmentos de la Tetralogía de Wagner, mientras que el contrabajista Frano Kakarigi interpretó en honor de Pablo Heras la pieza Di ba dum de Teppo Hauta-Aho.Este nombramiento no es sino una muestra más del orgullo y agradecimiento que el mundo de la cultura en Granada siente, y debe sentir, por nuestro director más internacional, y esperemos que le sigan otros muchos reconocimientos institucionales, pues los mereces.

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