Fallece Juan Alfonso García, uno de los grandes de la música litúrgica

Organista de la Catedral durante más de cuatro décadas, consiguió el reconocimiento unánime por obras como 'Paraíso cerrado'

Juan Alfonso García.
Juan Alfonso García.
R. C. Granada

18 de mayo 2015 - 05:00

Juan Alfonso García siempre quiso ser recordado como compositor más que como intérprete. El organista de la Catedral durante más de cuatro décadas falleció ayer en Granada a los 80 años dejando una extensa producción que le llevó a ser calificado como uno de los grandes compositores contemporáneos.

Nació en Los Santos de Maimona (Badajoz) en 1935, pero cursó en Granada los estudios eclesiásticos de Humanidades, Filosofía y Teología, además de estudiar música con Valentín Ruiz-Aznar, al que siempre consideró su maestro. Ordenado sacerdote en 1958, opositó a la plaza de organista de la catedral de Granada, cargo que ocupó durante cuarenta años, tiempo en el que también fue profesor de música del Seminario Mayor, director honorífico de la Cátedra Manuel de Falla de la Universidad de Granada, comisario del Festival Internacional de Música y Danza de Granada (1976-78) y miembro del patronato de la Casa-Museo Manuel de Falla.

En su dilatada carrera como profesor estudiaron con él compositores como Francisco Guerrero, José García Román y Manuel Hidalgo. Ofreció numerosos conciertos como organista y como compositor y ejerció una ininterrumpida actividad cultivando casi todos los géneros musicales, aunque principalmente compuso obras de carácter litúrgico para órgano. Con un estilo compositivo muy refinado presenta influencias de Valentín Ruiz-Aznar y Manuel de Falla, resultando su música muy tonal con armonías muy ricas y de gran colorido tímbrico. Su obra está considerada como una de las más ricas del panorama musical actual, ya que logra dominar a la perfección géneros como el barroco o la composición contemporánea. Uno de sus grandes hitos fue el estreno en el Festival de Música y Danza de 1982 de la obra Paraíso cerrado, cuyo triunfo confirmó la significación del autor como cabeza de la actual escuela musical granadina.

Hombre abierto y cercano, su círculo de amigos estuvo integrado por personalidades como Gerardo Rosales, Miguel Sánchez, Cayetano Aníbal, Alfonso Ortiz o José Corral. A lo largo de su trayectoria recibió numerosos reconocimientos como el Premio Andalucía de Música de la Junta de Andalucía en su edición de 1991, o la Medalla de Honor del Festival de Música y Danza en 2008. En el acto celebrado en el Palacio de Carlos V, Juan Alfonso García afirmó que nunca se sintió competidor y por eso no tomó parte en concursos musicales. "Por eso, para darme a conocer, he necesitado que se me encarguen algunas obras, y el festival lo hizo con Paraíso cerrado, una obra de la que Tomás Marco decía que sólo por ella habría entrado en la historia de la música. Me siento muy agradecido a todos los que han promovido mi nombre para esta medalla ", dijo al recibir una larguísima ovación.

Un año después, en 2009, la Catedral de Granada que fue su casa 40 años fue el escenario del estreno, a cargo de la Orquesta Filarmónica de Málaga, de un proyecto que le unió a los compositores José García Román y Francisco González Pastor, un acto organizado por la Academia de Bellas Artes de Granada.

Un año después, el compositor y organista de la Catedral presentó los volúmenes Siete partitas corales y 14 piezas barrocas para órgano que comprendían su obra desde 1955 hasta 2005, es decir, cincuenta años de carrera compositiva. Al poco, una enfermedad renal comenzó a minarle paulatinamente la salud hasta su fallecimiento en el día de ayer. A la hora de cierre de esta edición se desconocía la hora en la que será enterrado uno de los grandes músicos de la historia reciente de España.

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