"Hay una afinidad natural entre el jazz y la bossa nova"
eliane elias. artista
La pianista y cantante brasileña inaugura esta noche el programa central de Jazz en la Costa
Tras los aperitivos a cargo de Funkdación y Befunkbop, esta noche comienza por fin el programa central de la XXVIII edición del Festival Internacional de Jazz en la Costa con la actuación en su habitual ubicación del Parque del Majuelo de la pianista brasileña Eliane Elias. La sensual artista recibirá la Medalla de la Ciudad de Almuñécar y estampará su firma en el Boulevard del Jazz del Parque, en reconocimiento a su profesionalidad y a la amistad mostrada hacia la oficina de Festivales de Jazz de Granada, entidad organizadora tanto del Festival sexitano como de su hermano mayor, el que se celebra en otoño en la capital granadina. Su actuación de este año supondrá el único concierto en nuestro país que ofrecerá la artista paulista dentro de la gira de presentación del álbum Made in Brasil (Concord Records, 2015). Se trata de su más reciente trabajo, un disco con el que rinde un nuevo homenaje a las músicas de su país y con el que está reeditando el éxito obtenido con anteriores entregas, pues ya ha alcanzado el primer puesto de ventas para un disco de jazz en las principales tiendas virtuales, iTunes y Amazon, además de la lista de Billboard y que ha sido alabado con la máxima calificación por la prestigiosa revista Jazz Times, que lo ha descrito como un disco "sorprendente, sensual y exuberante".
-Este disco que viene a presentar en el Majuelo no solo ha sido elogiado por la crítica de todo el mundo, sino que se ha resaltado su carácter exuberante, vigoroso y hasta sexual. ¿Han sido efectos que ha buscado deliberadamente?
-Efectivamente, es un disco muy elogiado por la crítica y está siendo también un éxito de ventas. Se ha convertido en poco tiempo en un bestseller en EE UU, en Amazon lidera las listas, y también en iTunes, a nivel internacional. Como artista, me alegra mucho. En cuanto a su pregunta, a lo que yo buscaba, yo siempre busco entregar al público un trabajo que me salga del corazón. Me gusta incorporar en alguna medida la historia de Brasil: nuestra transición, samba, bossa nova, compositores tradicionales como Tom Jobim o Roberto Menescal. Después incluyo mis composiciones, más actuales, que representan la música contemporánea de Brasil.
-el jazz, que ha sido mezclado prácticamente con todos los géneros conocidos, no ha encontrado una pareja con la que haya alcanzado más química que con la música brasileña, y más concretamente con la bossa nova. Un idilio que empezó en los cincuenta y que llega hasta nuestros días. ¿Cree usted que es posible hoy en día acercarse a la bossa o al propio jazz en Brasil eludiendo este encuentro tan fructífero, no ha modificado ese matrimonio la manera de entender una y otra tendencia para siempre?
-Pues sí, el jazz influyó indudablemente en la bossa, sí. Hay una afinidad natural entre el jazz y la bossa, comparten la parte armónica, las armonías europeas de la bossa también se usan en los estándares de jazz. Lo que diferencia estas músicas es la parte rítmica. La bossa es una mezcla de samba, algunos elementos de jazz... Tiene también su propia forma de ser escrita y es un buen vehículo de improvisación, como ocurre con los estándares norteamericanos.
-Y desde luego ninguna de esas músicas guarda secretos para Eliane Elias, que lleva toda la vida dedicada a ellas. Además de la influencia familiar mencionada, empezó muy joven a formarse en la prestigiosa escuela de música brasileña CLAM (Centro Libre de Aprendizaje Musical) de su natal São Paulo, donde cursó estudios durante seis años, llegando a acompañar al piano con tan solo diecisiete años a nombres míticos como los de Toquinho o Vinicius de Moraes, antes de trasladarse a Europa. Allí se produjo en 1981 uno de esos felices acontecimientos que cambiarían su vida, su encuentro con el gran bajista Eddie Gomez, que sería el que la convencería para trasladarse a Nueva York, donde continuó su formación en la reputada Juilliard School of Music con Olegna Fuschi. Apenas contaba entonces con 21años… ¿Qué puede contar de su llegada a la Gran Manzana?
-Era mi sueño. Desde casi niña mi pasión era el jazz, y Nueva York es la capital del jazz. Estudiaba a Oscar Peterson, Keith Jarrett, Bud Powell o Art Tatum, con la intención de aprender el idioma del jazz. A los 11 años tuve claro que quería ir allí y tocar con los músicos que escuchaba en casa.
-Su talento y virtuosismo no pasaría desapercibido por los músicos de la escena neoyorquina. Su prestigio iría acrecentándose durante los noventa hasta llegar a una de sus obras cumbres, el álbum Solos & Duets (Blue Note, 1994) en el que dejaría constancia de su exquisita técnica para el toque clásico en su set de piano solo, comparado con el estilo de Keith Jarrett, pero sobre todo por las seis piezas interpretadas a dúo con Herbie Hancock. El disco le valdría la nominación al Grammy como Mejor Interpretación de Jazz y la aclamación de la crítica como "uno de los mejores dúos de piano de la historia de la música".
¿Qué puede contar con aquella iniciática participación en el disco de Steps Ahead y del dúo con el maestro Hancock?
-Tocar con Steps Ahead fue muy importante en mi carrera. Llevaba pocos meses en Nueva York y me invitaron a tocar con profesionales, los mejores en su instrumento. Fue fantástico que me aceptaran en ese ámbito masculino de jazz americano, viniendo yo de Brasil. Era lo que yo quería que pasara y para lo que me había preparado. Los duetos con Herbie Hancock también fueron muy importantes. Dimos varios conciertos juntos. Incluso cuando yo viajaba con Steps Ahead colaboramos en VSOP, aquel grupo de Herbie Hancock, con Wayne Shorter, Ron Carter, Tony Williams. Herbie se sentaba en la platea y me escuchaba tocar. No podía creerme que un pianista que me había inspirado tanto estuviera allí escuchándome, apoyándome en las entrevistas, siempre… Fue algo muy natural trabajar con él, tenemos mucha afinidad.
-Para entonces el nombre de Eliane Elias brillaba con luz propia en el universo del jazz y en 2001 Fernando Trueba la invita a formar parte del proyecto Calle 54. Desde Blue Note pasó a firmar con otros importantes sellos como RCA Bluebird, Columbia, Concord… y publicó excelsos homenajes a Bill Evans, en el álbum 'Something for You' (Angel Records, 2008), donde acompañaba al contrabajo su marido Marc Johnson, que formó parte del trío de Evans, o el más reciente dedicado a Chet Baker, I Thought About You (Concord Records, 2013).Uno de sus últimos trabajos fue el que firmó con Marc Johnson para el sello ECM, 'Swept Away' (ECM, 2012). ¿Qué opinión tiene de la labor de esta compañía? ¿Percibe alguna diferencia entre ella y otras con las que ha trabajado? ¿Volverá a grabar para Blue Note?
-Antes de Swept Away ya habíamos grabado para ECM Shades of Jade se refiere a un disco publicado en 2005 donde ella colabora, produce e incluso aporta varias composiciones pero firmado en solitario por Marc Johnson). Es una compañía con una línea de trabajo excelente, muy creativa, diferente a todas las demás. Cada compañía tiene su línea musical. Me gustó colaborar con ECM, también con Blue Note, donde hice jazz, música brasileña. También con Concord Records… Ahora están todas 'bajo el mismo techo', como se dice en inglés. Blue Note, Universal, Concord Records… Me hace muy feliz haber tenido la oportunidad de grabar discos tan diferentes entre sí.
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