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Homenaje al creador de la poesía cuántica

  • Los integrantes de la Tertulia de El Salón organizaron ayer el primer acto de homenaje a Gregorio Morales, desaparecido el pasado junio La Academia de Buenas Letras prepara otro para enero

Los amigos de Gregorio Morales han tardado unos meses en organizar el primer acto de homenaje al autor, que falleció repentinamente el pasado 22 de junio a causa de un infarto. Lo sorpresivo de la noticia hizo que sus compañeros de la Tertulia del Salón hayan esperado hasta el mes de octubre para recordar al representante de la corriente la poesía cuántica. Ayer todos ellos acompañados por sus familiares y otras personalidades del ámbito literario, artístico, político y periodístico de la ciudad se dieron cita en el Paraninfo de la Facultad de Derecho para rendirle el primer tributo tras su fallecimiento.

El acto dio comienzo a las 19:30 con la proyección de un documental sobre Val del Omar firmado por Manuel Polls Pelaz en el que aparece el propio Gregorio Morales.

Posteriormente, se procedió, por tunos de palabra de dos minutos, a la intervención de todos los asistentes al acto, casi una cincuentena de personas entre las que se encontraban otros poetas como Ángel Olgoso, Francisco Acuyo, Fernando de Villena o Miguel Ángel Contreras. Otros, que no pudieron asistir, como Rafael Guillén, enviaron sus textos para que fueran leídos durante la reunión. También acudieron periodistas, como Andrés Cárdenas o Melchor Sainz Pardo, y Laura Rodríguez, de UCAR Granada. Y por supuesto los familiares, como su viuda, Teresa, y representantes de otras disciplinas artísticas marcadas por la influencia de la estética cuántica.

"Cada uno ha elegido o elaborado el texto que ha querido", comentaba ayer Fernando de Villena, quien leyó el poema dedicado a Morales que compuso tras su muerte.

Él era también uno de los integrantes del colectivo organizador de la cita, la llamada Tertulia del Salón: un grupo de escritores y artistas que se reunió semanalmente en Granada desde 1998 hasta 2011. Fue a finales de los 90, acaba la polémica literaria entre literatura de la experiencia y literatura de la diferencia (de donde surgiría la estética cuántica), cuando Enrique Morón, Fernando de Villena y Gregorio Morales decidieron crear esta tertulia que se reunía entonces en pleno Realejo, en el Bar Sota. Luego pasaría por numerosos lugares, gran parte de ellos en torno al Paseo del Salón, de donde tomó su nombre.

De Villena también recordó ayer la vinculación de Gregorio Morales con la Academia de las Buenas Letras de Granada, de la que fue miembro y que será la siguiente institución que le rinda homenaje. "Este acto será en enero y de contenido mucho más académico que este: se reunirán textos para la edición de un libro en su memoria", explicó el poeta, gran amigo de Morales.

La cita de la noche de ayer era mucho más emotiva: planteada cuando los ánimos se serenaron tras las shock inicial y pensada para mostrar el afecto al desaparecido poeta, novelista y ensayista, así como a su familia.

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