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La melancolía se instala en Condes de Gabia

  • El artista Ricardo García exhibe 80 obras que nacen de una profunda reflexión sobre el género humano

El artista plástico y diseñador granadino Ricardo García presenta en la Sala Alta del Palacio de los Condes de Gabia su obra más reciente. Se trata de un proyecto de largo alcance realizado durante los últimos cuatro años (2012-16), una serie titulada Melancholiae, donde vuelve en plena madurez creativa a la sala donde en 1989 expuso su obra temprana. García regresa al inicio de un recorrido artístico que ha consolidado tras una trayectoria de tres décadas.

Las más de cien piezas que componen este último proyecto (solo 80 han sido expuestas) son el resultado de una compleja reflexión estética que inició el artista en 2012, nacida a su vez de una actitud existencial de raíz clásica: la melancolía. Su representación artística, que cruza todas las épocas de la historia del arte y que ha generado una iconografía singular, se decanta con sobriedad en esta obra seriada, reticular y en su mayor parte monocroma. Una propuesta de sencillez aparente que desvela una inagotable gama de matices y registros.

Ricardo García, que estuvo acompañado en la presentación por Fátima Gómez, diputada de Cultura y Memoria Histórica, señala que "la idea de esta serie surgió del estudio iconográfico dentro de la historia de la pintura del concepto de melancolía, asociado a la creatividad, como una autoexigencia y una insatisfacción permanente en la búsqueda continua y sinfín de la perfección, que no tiene nada que ver con la definición de drama o pesadumbre que solemos asociar al término habitualmente".

Para lograrlo, el artista ha tomado el negro como elemento fundamental, casi "alquímico" y lo ha situado como el hilo conductor que debe guiar la exposición. El negro se convierte en algo más que un color y tiene un doble sentido: primero, como concepto cromático además de concepto ideológico, "como una disposición, una preidea respecto a cómo desarrollar la idea básica de la melancolía", reflexiona el autor.Al lado del negro, destaca también en la exposición la presencia de la geometría, que llega a dominar toda la serie y que tiene que ver con ese punto que desde una lectura superficial se aproxima a lo tedioso, a lo repetitivo y a lo monótono, pero que, según confiesa el propio artista, "me abrió un camino infinito, con múltiples soluciones y combinaciones" y que, en ocasiones, recuerda por un instante al espectador la obra de Mondrian o Soledad Sevilla.

Técnicamente, el proyecto de Ricardo García está resuelto en su mayoría mediante pintura acrílica sobre PVC, lo que le facilita una gran pulcritud en las veladuras, a través de impresiones digitales trabajadas con grafito sobre papel y en menor medida, con grabados sobre planchas de fotopolímero.

Por su parte, Fátima Gómez señaló durante la presentación de la exposición que "Ricardo García es el ejemplo perfecto de la apuesta del área de Cultura de la Diputación por el arte contemporáneo, porque fue uno de aquellos artistas emergentes de los años 80 a los que la institución les dio la oportunidad de una exposición individual y ahora, veinticinco años después, vuelve aquí, al Palacio de los Condes de Gabia, como un artista consolidado y esto significa que todo ha salido bien y que es una buena línea a seguir".

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