Las inscripciones de la Alhambra
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El Patronato y la Escuela de Estudios Árabes sacan a la luz el primer número de 'Corpus epigráfico de la Alhambra', un estudio con las 3.116 inscipciones de sus muros, paredes y arcos con la traducción al castellano
La Alhambra posee aproximadamente 10.000 inscripciones árabes. Una serie de palabras que han sido hasta ahora, desde los Reyes Católicos al último visitante, una especie de mensaje cifrado. El Patronato de la Alhambra junto con la Escuela de Estudios Árabes han emprendido un ambicioso estudio que prevé registrar todas y cada una de estas inscripciones en DVD.
Ayer se presentó la primera fase del proyecto llamado Corpus epigráfico de la Alhambra, realizado sobre el Palacio de Comares, que contiene un total de 3.116 inscripciones que han sido localizadas (en paredes, muros, puertas o arcos), traducidas y clasificadas de acuerdo a criterios tipológicos que permitirán a través del DVD hacer búsquedas individuales y correspondencias con otros lugares del palacio nazarí en una visita virtual sin precedentes.
Juan Castillo Brazales dirige la investigación que ha descubierto "muchas curiosidades". Era de esperar. Una de ellas es que, al contrario de lo que se pensaba, la mayoría de epigrafías que adornan la arquitectura de la Alhambra no son poéticas sino didácticas. "Las inscripciones de tipo poético o coránico -frases del Corán- son una minoría en el estudio realizado hasta ahora. Abundan fundamentalmente las de tipo didáctico, votivo, jaculatorio o regio -dirigido a los sultanes-".
En el Patio de Comares, por ejemplo, si se elige al azar un lugar de la puerta sur, una de las epigrafías dice "No hay vencedor sin Alá". Además de la catalogación, el trabajo ha identificado el estado de conservación y la adscripción de autorías en el caso de que las hubiera. "En muchos casos, los investigadores han tenido que 'terminar' en el DVD con un trazo diferente la inscripción incompleta por su deterioro".
El proyecto continuará en los próximos años hasta completar el total de inscripciones que adornan la Alhambra. La segunda entrega será del Palacio de los Leones; la tercera, de la Puerta de la Justicia, del Vino y el Mexuar; la cuarta, del Partal y las Torres; y la quinta y última, del Generalife, el Convento de San Francisco y los Baños. En 2010 o 2011 podrá estar completada la traducción de todas las epigrafías del monumento.
Para María del Mar Villafranca, directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, supone comprender la voz de su "arquitectura literaria, una arquitectura que habla" y que desde hace siglos ha suscitado un "interés mítico".
Como explicó Villafranca, desde el 1500, se tiene constancia de que existió una escuela de romanceadores que el cabildo financió con la intención de investigar las inscripciones que decoraban la Alhambra. "Un trabajo del que desgraciadamente no queda nada pero del que se tienen noticias". Les seguirían Alonso del Castillo, un morisco que en el siglo XVI hizo una importante labor de traducción ; el Padre Echevarría, en el XVIII, en sus Paseos por Granada y sus contornos y por supuesto los viajeros extranjeros, que en el XVIII, se ocuparon de las inscripciones de la Alhambra. En el XIX y el XX llegarían los significativos trabajos del historiador y lingüista Manuel Alcántara o Emilio García Gómez.
El Corpus epigráfico de la Alhambra desvelará, anunció Castilla Brazales, un sinfín de curiosidades. Por lo pronto, "nuestro trabajo se basa en la recopilación y traducción de las inscripciones sin mirar a otros lados", algo que interesa a investigadores y curiosos del monumento. En un futuro, "podrán venir los historiadores de arte o los literatos a hacer su parte".
Por ahora se han puesto a la venta unos 1.000 ejemplares de la primera edición de la obra que puede ser adquirido por unos 30 euros en la librería de la Alhambra o a través del correo electrónico de la web.
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