"Ahora soy más directo al hablar de emociones"

El músico regresa esta noche a Granada con la fórmula mágica de su 'Daiquiri Blues' para servir el exquisito cóctel de inauguración del nuevo Coliseo Club de Atarfe

Con 'Daiquiri Blues', Quique González se ha ganado por méritos propios un lujar de lujo en la escena de la música española.
Con 'Daiquiri Blues', Quique González se ha ganado por méritos propios un lujar de lujo en la escena de la música española.
Blanca Durán / Granada

30 de octubre 2010 - 05:00

Se fue hasta Nashville, una de las grandes cunas del rock, para grabar su Daiquiri Blues (Last Tour Records, 2009), posiblemente el disco por el que más fuerte ha apostado Quique González y que mayores alegrías le está dando. Con ganas de tomarse el tiempo que sea necesario para dar a luz sus nuevas composiciones, el músico se sigue paseando cómodo por los límites que separan al rock de la canción de autor, "una tierra de nadie" que maneja como todo un veterano.

-Miguel Ríos y Jose Ignacio Lapido se lo rifan; tocar en Granada debe ser como estar en casa...

-La verdad es que tengo muy buenos amigos allí... He ido a tocar a Granada desde el primer disco y siempre nos ha ido muy bien. Esta vez voy con muchas ganas de dar un buen concierto y devolverle al público el precio de la entrada. Cambiaremos un poco el concierto respecto al que hicimos en Granada la última vez para que la gente que repita tenga una motivación distinta.

-Este Daiquiri Blues lleva muchos conciertos a su espalda. ¿El cóctel le sale ya con los ojos cerrados?

-La verdad es que sí, aunque a veces te equivocas un poco con las medidas y te pasas con el ron o con el azúcar, pero más o menos está controlado... La banda suena y está todo muy bien engranado. Son ya 44 conciertos y los que quedan, porque queremos estar tocando hasta febrero.

-Le gusta darle una vida larga a sus discos...

-Llevo ya seis discos y les doy larga vida precisamente porque me gustan mucho y porque creo que hay buenas canciones; de hecho, nunca me metería a grabar un disco si no estuviera convencido de las canciones que tengo. Además, desde que empiezo a hacer las canciones hasta que acabo el disco pasan casi dos años, y luego estoy un año de gira, así que me da tiempo de vivir otras cosas y a acabar con una etapa y a empezar a funcionar con otras canciones. De todas formas, supongo que a medida que pasa el tiempo supongo que habrá más espacio entre disco y disco...

-¿Se ha puesto a sí mismo el listón muy alto con este Daiquiri Blues?

-La verdad es que sí. Salió muy bien parido y nos ha dado muchas alegrías. Lo que es cierto es que el próximo disco, lo grabe aquí o lo grabe fuera, va a tener que salir muy bien parado con respecto a Daiquiri Blues.

-¿Y tiene algún plazo previsto para ese futuro disco?

-Cuando tenga las canciones, hasta que no las tenga no me planteo nada. Ya estoy empezando a trabajar en ellas, y creo que poco a poco y con paciencia irán saliendo. Como estoy grabando el material en casa, ahora mismo me imagino algo acústico, pero posiblemente no tenga nada que ver con eso e igual se transforma en algo muy rockero... Voy a ir currando, pero es pronto para saber lo que pasa.

-Con el paso de los años se le está acentuando la vena romántica...

-Siempre me he considerado muy romántico, pero en el último disco creo que lanzo mensajes más claros; creo que es un trabajo menos críptico y más directo a la hora de hablar de las emociones, y me gusta que sea así. El romanticismo también depende un poco del estado de ánimo y del propio aprendizaje, pero sí que creo que al menos hay una intención de decir las cosas más claras.

-¿Y es verdad que salen mejores canciones de los estados de ánimo tristes que de los alegres?

-Más que de estar triste, creo que salen mejores canciones cuando estás conmovido por algo, y cuando algo te mueve por dentro, sea una alegría o un momento de bajón. Pero sí, creo que al final todas las canciones están escritas en momentos bajos, pero no sólo las mías, sino que ayuda a la mayoría de la gente que hace canciones.

-¿La música como alivio del alma?

-Por supuesto. Yo hago canciones para comunicarme y expresarme y hay cosas que no puedo trasladar igual en una conversación normal y que sí puedo hacer a través de una canción.

-Con el paso de los años, ¿cuánto queda del Quique González cantautor y cuánto tiene del rockero? ¿Es una batalla equilibrada?

-Los dos siguen ahí... La verdad es que me gusta estar un poco en tierra de nadie, en la mitad de dos puntos para poder acercarme a uno o a otro cuando me lo pida el cuerpo. En estos conciertos que estamos haciendo ahora empiezo yo solo con la guitarra acústica y conforme avanza el concierto se van sumando músicos en el escenario, y todo acaba casi más parecido a una banda de rock que a un cantautor. Como tengo las dos cosas, he decidido quedarme con lo mejor de cada una, así que luego todo depende del estado de ánimo. Disfruto solo y con la banda, pero sí es verdad que me gustaría mucho hacer pronto una gira acústica y hacer el concierto entero con ese formato, es como más soy yo, y muchas canciones nacieron así.

-¿Se ve encima de un escenario con la edad de su amigo Miguel Ríos?

-Si fuera capaz de hacerlo con la dignidad con que lo ha hecho Miguel, sin dudarlo. Pero Miguel Ríos son palabras mayores en la música, es una leyenda viva y yo llevo diez años sacando discos y ahora mismo ni me lo planteo. Ojalá llegase al menos a la mitad de a lo que ha llegado él.

-Los jóvenes cantautores hablan ya de usted como uno de sus grandes referentes actuales. ¿Está orgulloso de la música que se hace ahora en España o mira con cierta nostalgia a tiempos pasados?

-Creo que ahora hay muchos grupos de calidad, que la gente suena mejor que antes y que hay artistas muy interesantes haciendo grandes cosas. También creo que ahora todo se ha democratizado más. Antes sólo se podía grabar en grandes estudios y ahora se puede hacer en estudios más pequeños o en casa y la gente tiene más acceso a los instrumentos. No creo que esta época admita comparación con lo que sucedió hace unos años, que salieron muchos grupos que se escucharon mucho pero que no deja de ser una época un poco sobrevalorada. Creo que ahora la gente suena mejor.

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