Treinta años de amor al flamenco entre el Sacromonte y Japón
Eiko Takahashi ha bebido en Granada de artistas como Curro Albaicín o Mariquilla
La primera visita a España de Eiko Takahashi, japonesa de 58 años que vive a caballo entre las cuevas del Sacromonte en Granada y su país, le supuso un auténtico flechazo por su cultura y especialmente por el flamenco, por el que se declara "enamorada" después de media vida sobre los escenarios. Y es que esta bailaora nipona, que puede presumir de haber bebido de artistas como Curro Albaicín, Mariquilla o Juan Andrés Maya, ha encontrado en este tipo de arte un verdadero "compañero de vida", como relata.
Tras ese primer viaje a España, en el que le cautivó el país y la forma en la que su gente "sabe disfrutar de la vida", Eiko decidió hace ya más de 30 años dejar su trabajo en una compañía de publicidad para poder estar aquí más tiempo.
"Cuando tuve bastante dinero decidí dejar mi trabajo y venir a España. Aquí podía sentir lo que allí no tenía", explica esta ya veterana bailaora, quien decidió arriesgarse para cumplir el sueño de su vida y poder así aprender a bailar bien.
"Sentir el flamenco es algo humano. Todos al final tenemos sentimientos parecidos", destaca Eiko, quien tiene entre sus próximos planes profundizar en la introducción de La Reja, la zambra y otros bailes típicos del Sacromonte en su país.
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