Pilar Bensusan

La inquisición intelectual entre rejas

rosa de los vientos

LO de Teddy Bautista, la SGAE, la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE) y la presunta desviación de fondos y apropiación indebida llevada a cabo por este señor y otras ocho personas (de, al parecer, 400 millones de euros) parece más propio de un episodio de corrupción en Miami que de una Sociedad supuestamente dirigida por intelectualoides neoprogres obsesionados con el canon digital.

Y es que lo del canon digital les va a salir bien caro a estos prepotentes amigos de la Sinde -"miembra" de esta inquisitorial Sociedad- que ve natural crujirle el bolsillo a todo aquél que ose tener iniciativa intelectual, ideológica o cultural alguna sin pasar previamente por su caja, aunque sea para representar en fiestas patronales a Lope de Vega o a Calderón de la Barca, porque han sido la Asociación de Internautas, la Asociación de Usuarios de Internet, la Asociación Española de Pequeñas y Medianas Empresas de Informática y Nuevas Tecnologías y la Asociación Española de Hosteleros Víctimas del Canon, quienes abrieron la caja de Pandora al denunciar a la SGAE por supuestas ilicitudes cometidas en la gestión económica de sus recursos.

No deja de sorprender que el día anterior a las detenciones de la Operación Saga de la Guardia Civil cerrase sospechosamente la SDAE y que todo haya ocurrido justo tras las elecciones, apuntándose incluso que Don Teddy pudiera haber financiado su reelección como Presidente en la SGAE con dinero desviado.

Parece que estamos ante un culebrón que no ha hecho más que empezar, y en el que, mientras que Dª Ángeles pide respeto para Teddy, no puede olvidarse que el ejercicio de las labores de control de las cuentas de esta Inquisición intelectual y de sus entidades gestoras corresponde al Ministerio de Cultura, que, por cierto, las encontró todas muy saneadas y correctas según informe de la Agencia Estatal AEVAL.

No es de extrañar que, entre este show y el desastre del PSOE en las pasadas elecciones, los intelectuales de la zeja, ya saben, Sabina, Ana Belén y Víctor Manuel, Almodóvar, Juan Diego Botto, etc., hayan empezado a abandonar el barco socialista antes de que se hunda y ahora reclamen la creación de un nuevo partido político al margen del PSOE e IU, buscando acomodo cerca de las exigencias del 15-M. Y es que la política es cruel, así los que antaño alababan a Zapatero y al maquiavélico Rubalcaba, ahora son los primeros en salir corriendo… ¿será que la SGAE no les pagaba derechos de autor?

Teddy y sus presuntos secuaces deberían patentar toda esta mascarada ilegal y así, tras su presumible estancia entre rejas, cobrar a quien ose representar sus andanzas y fechorías. Mientras tanto, la SGAE debería desaparecer, debiendo el Ministerio de Cultura responder por dejación de funciones al permitir la gestión de los derechos de autor por un organismo privado.

En fin, como ya decía hace dos años ¿Quién mató a la SGAE? Fuenteovejuna, Señor ¿Quién es Fuenteovejuna? Todos a una, Señor.

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