José Carlos Del Toro

Vatios y berzas

El Observatorio

MI profesor de mates y física en COU gastaba bromas recurrentes. Las tenía distintas para cada tipo de ocasión. Cuando alguien daba muestras de falta de fundamentos elementales le preguntaba: "¿Usted dónde ha estudiado la primaria?" Si el chaval le contestaba "Aquí, en el colegio", entonces él respondía: "Bien, pues baje administración y dígales que le devuelvan el dinero porque lo han estafado. ¡Usted no tiene ni idea!" Esa misma conversación me gustaría tenerla con más de un periodista.

Me gustaría preguntarles a la cara cuál es la razón para escribir con tantos bocados al diccionario. Pero claro, existen voces mucho más autorizadas que yo que ya se preocupan y lo denuncian. Precisamente, esos mismos denunciantes reniegan del deterioro en la formación en humanidades sin percatarse de otro mal mucho más profundo, mucho más endémico, mucho más enraizado desde siempre entre nosotros: el divorcio olímpico entre lo que se entiende por cultura general y el elemental conocimiento de ciencia básica. No hace falta saber qué es la energía o las mitocondrias para ser "culto" y, como no hace falta, ni siquiera despierta la inquietud de rebuscar en los libros de primaria. Continuamente me encuentro con ejemplos pero este último en El País fue vergonzoso. El artículo en cuestión versaba sobre el coste de la electricidad en Alemania. A nuestro ilustrado reportero no se le ocurrió decir sino que un ciudadano alemán debía pagar no sé cuantísimos euros al año por tener contratados "3.500 kilovatios/hora". Pero vamos a ver, alma de cántaro, ¿no sabes que el kilovatio es una unidad de potencia? ¿No te das cuenta de que kilovatio/hora es energía por unidad de tiempo al cuadrado? ¿Es que ni tú ni tus correctores sabéis siquiera que aunque lo que contratamos con las compañías eléctricas es potencia, lo que les pagamos -como no podía ser de otra manera- es la energía que consumimos? ¿Es que os estafaron tanto en la escuela que no sabéis que habría que haber hablado de kilovatios x hora; sí, por hora, pero no partido por hora? ¿Cómo se pueden cometer tantos errores de concepto, cómo se puede acumular tanta ignorancia en tres palabras; bueno, en un número y dos palabras? No me digas que es una errata porque no cuela.

Mi buen amigo Basilio tiene una espléndida expresión para estas ocasiones. Debe ser cántabra porque él es de allí: ¡les canta una berza! Bueno, yo no sé si a este ínclito guardián de la cultura general le canta o no; lo que sí me parece es que no confunde churras con merinas sino vatios con berzas.

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