La Rayuela
Lola Quero
Nadal ya no es de este tiempo
Si por algo se caracterizan los bares de Granada es por sus tapas, pero el Bar Borsalino rompe todos los pronósticos porque como afirma su dueño, Antonio Rodríguez, "se sirven en bandejas de 'tapitas' y si se acaban antes de terminar la consumición, se van renovando". De este modo no hay problema por acabar primero el acompañamiento que la bebiba, y todo por el módico precio de 1,40 euros.
Pero esto no es lo único que ofrece Antonio en su local. Desde las 7:30 de la mañana, inicia la jornada con unos suculentos y tradicionales desayunos. Al mediodía, los platos combinados de dorada, emperador y lomo preparados con el buen hacer y la generosidad que caracteriza a este local. Por la tarde continúan con las meriendas y terminan a las 00:30 después de haber preparado unas suculentas cenas. Y por supuesto entre comida y comida, las bandejas de tapas que no faltan en ningún momento.
Antonio, de 42 años, lleva 22 con el Bar Borsalino, pero sus comienzos en el mundo de la hostelería se remontan casi a su niñez, cuando tenía 12 años y se fue a Mallorca para empezar a trabajar.
De estas tierras insulares trajo una costumbre que mantiene hoy día en Borsalino: no usa el agua del grifo "nada más que para fregar". Guisos, cafetera y todo lo relacionado con el consumo utiliza agua embotellada.
Como marca de la casa, en las paredes cuelgan carteles de cine pero con una peculiaridad. Marlon Brando o John Travolta tienen la cara de Antonio.
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