Qué fue del Día de Andalucía

PORQUE la numerología define el siete como perfecto, planteemos siete interrogantes sobre lo que tal día como ayer -hoy, por aquello del puente- celebramos por su sentimiento y sensibilidad. Uno: En qué se parece el 28 de febrero de 1707 -siglo dieciocho- cuando el rey de España incorpora a la Corona los bienes confiscados a los moriscos granadinos a través de una Cédula Real, a lo que en la actualidad hacen los bancos con sus clientes cuando no pueden pagar sus hipotecas. Dos: En qué se parece el 4 de diciembre de 1868 -siglo diecinueve- y sus revueltas populares contra el absolutismo (fuertemente reprimidas en Granada), considerado por algunos, primer Día de Andalucía, al día de ayer en el que las autoridades sevillanas hicieron gala de sus mejores atuendos para imponer medallas de todos los colores. Tres: En qué se parece la Arbondaira aprobada en la Asamblea de Ronda de 1918 -siglo veinte- a la actual bandera bicolor de Andalucía. Cuatro: En qué se parece el 4 de diciembre de 1977 proclamado, por aquel entonces, como Día de Andalucía en claro acto de conciencia nacional y celebración reivindicativa, al 28 de febrero de 2010 que celebramos ayer. Cinco: En qué se parecen los cien mil granadinos que se manifestaron el 4 de diciembre de 1977 por las calles de la ciudad, a los que se manifestaron hace unos días coordinados por las organizaciones sindicales. Seis: En qué se parecen las expresiones de consternación que se vivieron en Granada los días siguientes a la muerte del joven José Manuel García Caparrós fallecido en Málaga el 4 de diciembre de 1977 mientras izaba la bandera de Andalucía con motivo de la manifestación autonómica, a las obras del planE que adornan nuestra ciudad. Siete: En qué se parece el 28 de febrero de 1980, en el que se celebra la aprobación en referéndum del acceso de Andalucía a la autonomía mediante el procedimiento del artículo 151 de la Constitución, al estado en el que se encuentran las autonomías treinta años después, es decir, ayer.

Si bien no podemos decir que todo el tiempo pasado fue mejor, tampoco podemos afirmar que el paso de los años -también de los siglos- nos ha hecho mejores. El caso es que lo que hace unos años era una fecha de protesta, proclama y manifestación multitudinaria, en la actualidad es un gesto institucional, vacacional y figurativo. Y no es que uno quiera volver al pasado, pero en ocasiones como ésta, se echa de menos aquella capacidad de reivindicación. No sea que lo único que nos preocupe en el día de hoy sean los controles de la operación especial de tráfico con motivo del Día de Andalucía.