Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Y que viva México, carajo
Era ya conocido que los ánimos andaban algo caldeados por la Costa y que mucha gente no estaba demasiado contenta con la marcha de las infraestructuras en la zona. Pero al parecer, hay quien va más lejos y anda tras los pasos de los narcos mexicanos, imitando sus estrategias para amedrentar. El ahorcamiento entre chirimoyas y aguacates resulta aún más sórdido si se tiene en cuenta a la víctima que cuelga de la soga. Un lindo muñeco rosa que, seguramente inocente, queda como advertencia amenazante. ¿A quién irá dirigida?
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