La pócima secreta del turismo

Soportújar sella una cápsula del tiempo para guardar, durante medio siglo los secretos del municipio La localidad apuesta por su gentilicio de 'brujos' para captar visitantes

La brujería es una de las apuestas por el sector turístico de la localidad alpujarreña.
La brujería es una de las apuestas por el sector turístico de la localidad alpujarreña.
María Ruiz (Efe) Granada

17 de agosto 2015 - 05:01

Soportújar, el pueblo de la Alpujarra granadina de 300 vecinos, selló ayer su cápsula del tiempo para guardar, durante medio siglo, leyendas e historias de sus vecinos. Este acto implica un hito más en su apuesta por captar turistas 'hechizados' por el misterio y con el que rentabilizan su gentilicio de brujos. Un cedé, una postal, algunas monedas y los periódicos del día sobrevivirán al paso del tiempo para resucitar dentro de medio siglo conservados en la cápsula del tiempo de Soportújar, que hace así su particular guiño a la brujería que sostiene su sector turístico.

La misma urna que en abril de 1979 sirvió para que los vecinos de Soportújar depositaran sus votos en las primeras elecciones democráticas se llenó de pistas de un presente que cuando vuelva a ver la luz será solo pasado. Soportújar ha apostado por su gentilicio de 'brujos', el que hace alusión a leyendas y señoras vestidas de negro que sobrevuelan el paisaje subidas en escobas, y lo ha convertido en su pócima secreta para desarrollar un turismo sostenible centrado en hechizos y aquelarres al que se sumará hoy su cápsula del tiempo.

Pero, ¿qué le contaría usted a sus descendientes? A esta pregunta se enfrentaron sus vecinos, que aprovecharon las mil tarjetas editadas por Correos con el brujo escudo del pueblo para mandar un mensaje al futuro.

Su alcalde, José Antonio Martín, detalló ayer que muchos vecinos contaron leyendas, otros guardaron una foto de familia y alguno incluso confesó sus secretos, que quedarán a salvo hasta el verano de 2065.

"Han venido dos chicas a traer su tarjeta y me han dicho que se hartaron de llorar antes de escribirla pensando si lo que cuenten lo leerán sus hijos o sus nietos. Si te paras, es una aventura trascendente que muchos no verán terminar", explicó Martín.

Junto a las emociones, los vecinos del municipio y de otros puntos lejanos a este entorno de brujos enviaron tabaco "por si ya no existe cuando se abra la cápsula", monedas de curso legal, catálogos de ropa y electrodomésticos, o una memoria USB, "que vaya usted a saber qué se usa en 2065". A la iniciativa del Ayuntamiento de Soportújar, que no meterá en su cápsula del tiempo objetos de valor para evitar tentaciones, se han sumado otras administraciones con cartas o postales o el Puerto de Motril, que mandó al futuro un mensaje en una botella.

La asociación de taxistas llegará a 2065 con una miniatura de sus vehículos y la Guardia Civil con una bandera de España doblada con el uso militar y alguna posdata, aunque para conocerla habrá que resistir medio siglo.

Con el sellado de la cápsula, este pequeño pueblo de casas blancas serranas cerró su VII Feria del Embrujo, un programa con queimadas, desfiles de meigas y programación de misterio que superó los 25.000 asistentes durante la semana. Soportújar conquista con un centro temático que explica la historia de la brujería, los diferentes perfiles de hechiceros y magos, qué es un aquelarre o un sabbah o la preparación de pócimas. El municipio cuenta además con su Fuente de las brujas y la Era de los aquelarres, un mirador en la zona alta de Soportújar donde los vecinos decían ver a las brujas preparando hechizos para lograr buenas cosechas y cuya altura les servía para escapar volando.

La cápsula retará al paso del tiempo custodiada por un azulejo granadino que indica su fecha de caducidad y la sellarán vecinos vestidos de brujos para inmortalizar el presente que además, como en cualquier historia de brujas y meigas, esconde un secreto a desvelar.

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