Indignación en Loja por el derribo sin aviso previo de la antigua estación

Estado en el que ha quedado el edificio de la antigua estación de Loja.
Estado en el que ha quedado el edificio de la antigua estación de Loja. / G.H.
Paco Castillo

29 de abril 2017 - 12:31

Loja/Loja mostró en la tarde de ayer viernes su sorpresa e indignación por el inesperado derribo del edificio que albergaba la antigua estación de tren de la ciudad, conocida popularmente por todos como la Estación Vieja, una obra centenaria y que, se podría decir, formaba parte del patrimonio histórico de Loja.

Una fotografía colocada en las redes a través de Internet, de una máquina demoliendo el edificio de esta histórica estación, fue el detonante que movilizó en muy pocas horas a buena parte de los lojeños. Y entre ellos, con el mismo grado de asombro, impotencia, indignación, incredulidad y rabia "por el atentado al patrimonio local y a la memoria colectiva lojeña que ha hecho la empresa publica Adif, dependiente del Ministerio de Fomento", manifestó el alcalde lojeño, Joaquín Camacho y su equipo de Gobierno municipal, al tratarse de una decisión que se ha adoptado por el Gobierno de España sin previo aviso al Ayuntamiento de Loja.

García-Royo planteó en 2006 esta ubicación con vistas a la intermodalidad con el trazado del MetroSon 210.000 metros cuadrados en una de las zonas más cotizadas por los inversores

"Hoy es un día triste para Loja", llegó a decir Joaquín Camacho, nada más tener conocimiento del hecho y acudir inmediatamente hasta la estación para darse de bruces con el gran montón de ladrillos y cascajo que yace sobre una mínima estructura de obra que aún permanece en pie.

Lívido, el alcalde lojeño no daba crédito a lo que sus ojos veían al tiempo que iniciaba una frenética carrera telefónica para contactar con todas las autoridades y responsables técnicos posibles para exigir explicaciones sobre un "hecho tan desafortunado". Acompañado por varios miembros de su equipo de Gobierno, Camacho convocó a pie de destrozo a los medios para expresar con rotunda claridad su pesar por la "injustificada" acción que ha cometido el Ministerio de Fomento y exigió, sin paliativos, respuestas y la reposición de este emblemático edificio del que nunca se había barajado su extinción, tal como se acredita no sólo en el proyecto constructivo de la obra del AVE a su paso por Loja, sino también por los distintos responsables políticos que han visitado, en uno u otro momento, esta zona con motivo de la actuación para el paso provisional de la alta velocidad por el municipio.

Joaquín Camacho repitió una y otra vez su total desconocimiento sobre esta demolición, reconociendo incluso que se había enterado por Facebook al ver la foto publicada inicialmente y que disparó todas las alarmas en la ciudad.

Aseguró que esto supera cualquier hecho justificable e insistió en que ni era necesario para las obras, ni era de recibo que se perpetrara "este atentado contra un bien que lo es de todos los lojeños", independientemente de que el edificio sea propiedad de Fomento.

Más allá de estas acciones, Joaquín Camacho añadió que exigirán a ADIF que restituya el edificio derruido para que presente su imagen y carácter original.

Por su parte, el principal partido de la oposición, el PSOE, convocó una rueda de prensa de urgencia para manifestar su opinión ante los hechos. Su secretario general y portavoz municipal, Juan Francisco Mancilla, manifestó su "repulsa ante este acto, que nunca debería haberse producido en la ciudad de Loja, porque es un atentado contra el patrimonio, la cultura y la historia de los lojeños y de un municipio y contra un edificio del siglo XIX que, en vez de protegerlo, lo que se ha hecho por parte del Gobierno de España ha sido meter una máquina y demolerlo", catalogando lo ocurrido como "la crónica de una muerte anunciada".

Mientras, AVE Sí, pero no así, a través de su presidente, Gonzalo Vázquez, manifestó sentir "pena, tristeza y desencanto, ya que es un atropello en toda regla. Se han llevado por delante un patrimonio histórico de la ciudad de Loja y duele mucho para todos los que formamos nuestro colectivo y todos los lojeños, porque había muchos sentimientos implícitos en este edificio".

Según Vázquez "nos ha sorprendido mucho, porque, aunque no sabemos si había algún tipo de catalogación a nivel local sobre el mismo, teníamos entendido que se iba a hacer la marquesina y el apeadero, pero no se había dicho nada de derribar la estación vieja". El representante del colectivo anunció que en los próximos días tomaran medidas al respecto.

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