La investigación en la UGR toma aire tras conseguir 25 millones en 2016

El desatasco del Plan Estatal hace que se sucedan dos convocatorias en pocos meses

La investigación es una de las apuestas del equipo de gobierno de la UGR.
La investigación es una de las apuestas del equipo de gobierno de la UGR. / Álex Cámara

Granada/La labor investigadora de la Universidad de Granada recibió el pasado año varias alegrías en forma de partidas presupuestarias. Tras años de 'tapón', en los que las convocatorias del programa nacional de Investigación Científica y de Innovación sufrieron continuas dilaciones, en 2016 se "han superpuesto" dos convocatorias, según explica el vicerrector de Investigación y Transferencia, Enrique Herrera, con lo que la UGR ha conseguido, tras las dos resoluciones, 7,2 millones de la convocatoria de diciembre de 2015 que se licitó en 2016 y otros 8,5 millones correspondientes a 2016. Además, la UGR ha obtenido en torno a otros 10 millones gracias a las ayudas estatales a las infraestructuras de investigación, tal y como señaló en la presentación de los presupuestos la propia rectora, Pilar Aranda, que señaló la concesión como una "buena noticia".

La suma de las tres partidas que dependen de planes estatales supone prácticamente conseguir lo presupuestado para el pasado ejercicio, cuando en el capítulo de Ingresos se glosó la aportación de la Administración del Estado para investigación científica precisamente con 25 millones de euros.

El objetivo es entrar en tres o cuatro años en los programas Severo Ochoa y María Maeztu

Del descenso del ritmo de las ayudas estatales se ha pasado a la situación contraria, "con dos convocatorias caso consecutivas" y a las que se suma que la Junta va a reavivar su plan regional de apoyo a la investigación, lo que supone "meter oxígeno en los grupos" de investigación, destaca Herrera. La cuantía total a repartir entre todas las universidades públicas andaluzas rondará los 10 millones de euros en concepto de financiación básica de investigación, adelanta el vicerrector, que estima que, por peso y labor investigadora, Granada podrá percibir más de 2 millones en la convocatoria regional.

Mientras que el Plan Nacional vivió horas bajas pero nunca llegó a dejar de funcionar, en Andalucía fueron las propias universidades las que solicitaron a la Junta que no planteara más convocatorias por la falta de financiación que lastraba al propio plan. Ejemplo de esto es que en diciembre de 2016 se resolvió una ayuda para investigación de un grupo de la UGR -concretamente sobre espumas terapéuticas- que había sido aprobado en 2012.

En la convocatoria de diciembre de 2015, cuya resolución se prolongó al primer cuatrimestre de 2016, consiguieron financiación dentro del plan estatal -que se divide entre Retos y Excelencia- 83 proyectos, que obtuvieron, según los datos publicados en la propia Universidad, 7,2 millones de euros en financiación. En la siguiente convocatoria, que se resolvió provisionalmente en septiembre, consiguieron financiación 98 proyectos, con un total de cantidad financiada de 8,5 millones.

Para el próximo año los presupuestos de la Universidad de Granada marcan que la investigación científica tendrá una dotación de 45,5 millones, además de otros 3,5 del plan propio. En cuanto a los ingresos, se señala al Ministerio de Educación, que aportará unos 18,2 millones para proyectos de investigación científica este año, además de otros 14,3 de la Consejería de Economía, de la que dependen las universidades andaluzas. Además, desde la Unión Europea se espera conseguir otros 7 millones, según las cuentas de la UGR.

El "compromiso" marcado en el programa de gobierno de la rectora, Pilar Aranda, de impulsar la investigación marca precisamente algunas de las acciones previstas para este año. Una de ellas es reformar la Oficina de Proyectos Internacionales o la creación de "unidades científicas de excelencia orientadas a programas nacionales de investigación de excelencia". Para Herrera, la financiación a través de los grupos -"que ha funcionado en los últimos años"- requiere una revisión. El objetivo es "pensar" en institutos y centros que sean capaces de "aglutinar" capacidades y crear grupos que tengan la "suficiente fuerza" como para competir en los programas Severo Ochoa y María de Maeztu, en los que la UGR todavía no ha conseguido financiación. La alta exigencia de las convocatorias -obligada por la cuantía que está en juego, entre 2 y 4 millones- exige "agruparse". El objetivo es que en "tres o cuatro años" se participe en esos programas.

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