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Le han dado un premio europeo a Puigdemont. El irreductible independentista está encantado de haberse conocido. Su itinerario pasa hoy por Ginebra, donde Junts tiene cita con el número tres del PSOE Santos Cerdán, en una farsa de difícil explicación, con el mediador internacional que intervino en el fin de ETA. La edición europea de Politico ha distinguido al dirigente catalán entre las personas más influyentes de Europa. Son premios con tres modalidades: los que sueñan cosas, quienes las hacen y los que las rompen.
En la modalidad de soñadores el número uno es el presidente ucraniano Zelenski, a quien comparan por su elocuencia con Churchill, Mandela o Martin Luther King. Y en noveno lugar aparece la futbolista española Jenifer Hermoso. Entre los líderes hacedores hay sorpresa. Los encabeza la primera ministra italiana Giorgia Meloni, tildada de camaleón, por pasar de amiga de Putin a sólida aliada de Estados Unidos en la OTAN.
Pero es más sugestivo el elenco de disruptores, en donde estuvo en 2021, Isabel Díaz Ayuso, valorada como “santa patrona de los bares y niña mimada de la derecha internacional”. Este año, la número uno es Elvira Nabiullina, la banquera de Putin. En el segundo puesto aparece el jefe de Junts, apodadoel revolucionario. Cuentan que Puigdemont se ha convertido en “un hacedor de reyes”. Y añaden que tiene en sus manos a un Pedro Sánchez desesperado por conservar el poder. En ese grupo limón aparecen otros dirigentes ultranacionalistas europeos como Viktor Orban, primer ministro húngaro; Van Grieken, jefe del Vlaams Belang, partido separatista y racista belga, y Björn Hocke, líder de Alternativa para Alemania, calificado de fascista.
Y entre los rupturistas también está el derechista de la CSU alemana Manfred Weber, presidente del PPE, considerado el asesino del pacto verde europeo, propugnado por su íntima enemiga Von der Layen. En la entrega de los premios, el catalán le dijo al bávaro que estaría dispuesto a dejar caer a Sánchez si no hay avances en las conversaciones que empiezan en Ginebra. Que puede votar con el PP español incluso una moción de censura, pero que los de Feijóo deben dejar de tratarle como a un terrorista. Entre otros desahogos, el independentista explicó que el término lawfare en su acuerdo con los socialistas es una advertencia a jueces y políticos de que van en serio: “es como la cabeza de caballo en El Padrino”.
Con amenazas sicilianas se inicia la ronda de Ginebra, convertida en capital de España.
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