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Mar adentro
GRANADA está llena de espacios hermosos no utilizados o infrautilizados. Ahí están, por ejemplo, el Carmen de los Mártires, el Palacio de los Córdova o Quinta Alegre, preciosos palacios sin contenido: además de ofrecer visitas a sus jardines, sólo otorgan a los granadinos la peregrina posibilidad de celebrar en ellos su boda.
Otro de esos sitios hermosos es la Corrala de Santiago. A diferencia de los anteriores, la Corrala tiene vida, pues es una residencia de huéspedes de la Universidad de Granada. Pero incluso aquellos espacios que están vivos pueden adquirir una vida mayor, un sentido distinto y de mayor transcendencia. Es lo que ha sucedido en la Corrala estos meses de verano, en que el Grupo Histrión Teatro apostó por representar en el patio la obra Juana la loca, la reina que no quiso reinar.
Todos los fines de semana de estos calurosos meses, la Corrala se ha llenado (no es uno modo de hablar, las localidades se agotan en todas las funciones) de residentes y turistas que, sentados alrededor del viejo patio, han podido disfrutar de la obra. Y que, de paso, han sido también (son) protagonistas de otra: la de contribuir, casi sin darse cuenta, a que la Corrala se transforme y recobre su sentido originario, vuelva a ser ese sitio de teatro que alguna vez quizás fue.
Pero sin duda el mayor logro de esta iniciativa le corresponde a Gema Matarranz, la actriz que encarna, con enorme talento y profesionalidad, a la reina. Es Gema/Juana quien nos lleva, a través de sus palabras, sus miedos, sus angustias, por esa rara España del siglo XVI y, también, por fechas más cercanas. Es Juana/Gema, quien, en esa hora tan corta y tan larga, provoca en nosotros tantas ideas y reflexiones: sobre la locura (¿qué es la locura?, ¿quién tiene la autoridad para decretarla?, ¿es la locura un refugio para los desobedientes?); sobre las mujeres (¿se podía, se puede, ser a la vez, mujer y reina?, ¿una mujer loca es sólo una mujer diferente a las otras, una que se rebela, que no está dispuesta a cumplir el papel asignado?); sobre el poder (¿actúa el poder siempre del mismo modo, hay algo en común entre los poderosos de todos los tiempos más allá de las épocas históricas?).
Alumbrada con velas, casi en penumbras, merece la pena visitar la Corrala este verano y sentarnos allí en corro, junto a Juana la loca, la reina que no fue, y emocionarnos y conmovernos y pensar con ella.
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