Torvizcón inicia sus fiestas con la magia de los Chiscos
Señalan que es una tradición milenaria en la que participan todos los vecinos del municipio para preparar sus propias hogueras
El hermanamiento entre Torvizcón y Tordera reivindica los lazos y vínculos entre ambos municipios

Antes de las 10 de la noche el ambiente se encuentra principalmente en los bares y diversas cocheras de sus barrios, pero al entonar la hora del encendido, multitud de vecinos y visitantes se arremolinan en las inmediaciones de los cerca de 30 puntos habilitados para prender las hogueras y celebrar sus Chiscos, una fiesta tradicional de Torvizcón, en la Alpujarra granadina, declarada de Interés Turístico Nacional.
En la hoguera principal, ubicada en la plaza del Ayuntamiento, varios jóvenes vecinos del pueblo se preparan con sus improvisadas candelas para encender el fuego principal. "No la encendáis hasta que no sean las 10, esperad a que suenen las campanas", señalaba una de ellas, mientras otro apuntaba con un soplete que en caso de no encenderse estaba preparado para "meterle leña al fuego", a la vez que señalaba el artilugio. Aunque finalmente no hizo falta. El reloj entonó la hora prevista y el repicar de las campanas dio el pistoletazo de salida para que la plaza se llenase de humo, fuego y el chisporrotear de la gayomba, el arbusto que utilizan en estas fiestas para 'alimentar' las llamas.
Tras el encendido, casi en comunión, comienza el ir y venir de los que se encuentran en la plaza -o en alguno de los otros puntos habilitados por los barrios- esperando para echar una de las ramas a la hoguera, "coge una de esas que dicen que da buena suerte tirarla al fuego", indicaba Antonio, un vecino de Motril, que tras varios años sin asistir a las fiestas de Torvizcón por diferentes motivos, volvía a rememorar sus "tiempos de mozo" en el pueblo junto a su mujer. "Hemos quedado con varios amigos que vienen todos los años para las fiestas, ellos se alquilan unos pisos que hay al lado del Ayuntamiento y pasan todas las fiestas. Nosotros este año hemos decidido ir y venir desde Motril. Esta noche veremos como queman los Chiscos, después sirven en estas mesas choricillos, morcillas y diferentes partes del cerdo, además de vino de la zona, que pone el Ayuntamiento de forma gratuita, aunque hay que tener cuidado porque es peleón y hay que coger el coche. Y mañana volveremos para pegarnos unos bailes". Justo al lado, una pareja intenta sacar una de las ramas amontonadas para echarla al fuego. "Cuidado no te vayamos a dar, que estas ramas son grandes y no controlas mucho por donde vas pasando", avisaban.
Varios extranjeros no pierden detalle de todo lo que pasa y aprovechan cada vez que alguien se acerca a la hoguera para inmortalizar el momento con sus cámaras, otros, en cambio, siguen expectantes a cientos de kilómetros lo que se vive esa noche en Torvizcón gracias a las videollamadas. Dos niños de no más de 12 o 13 años portan cada uno unas ramas más grandes que ellos para tirarlas en la hoguera; sin embargo, una vez cerca de la candela, el calor que desprende y el rugir de las llamas les causa impresión y acaban tirándolas a varios metros, obligando a uno de los vecinos que observa la escena entre risas, a cogerlas para ponerlas, ahora si, en su sitio.
"Es una fiesta con una tradición ancestral, desde la época morisca, en la que se unían todos los que poblaban este municipio alrededor de una hoguera para hacer un gesto de convivencia y para compartir el cabrito que se asaba en aquel entonces. Con el paso del tiempo se fue cambiando un poco la tradición, realizando una hoguera en cada barrio y se compartía las chacinas del cerdo, las morcillas, el chorizo o la panceta, todos los derivados del cerdo, con vecinos y visitantes", explica el alcalde de Torvizcón, Juan David Moreno.
El municipio alpujarreño cuenta con algo menos de 800 habitantes, pero durante sus fiestas "multiplica su población hasta por diez para contemplar a sus Chiscos", añade Moreno. "En la organización de los Chiscos participa todo el pueblo, hay que tener en cuenta que en cada barrio se realiza una hoguera si está habitado, porque no hay que olvidar que los pueblos pequeños se pierde mucha población por la gente que se va muriendo o la que se va a trabajar fuera, pero es cierto que esta noche, tanto si el barrio está habitado como si no, el Chisco se hace porque suelen volver los familiares, los nietos, los hijos, para seguir la tradición en su barrio".
Otros años, la noche de los chiscos ha estado ligada a la celebración de la gala de premios 'Viña de Oro', que reconocen la labor de artistas, deportistas, investigadores y miembros de la sociedad civil que hayan destacado por su labor. Sin embargo, el alcalde del municipio anunció hace algunas fechas a sus vecinos que habían sido muchos los que habían pedido asistir al evento, pero al ser días intensos de preparación para los chiscos, comidas familiares, reencuentros, además del frío que hace en esta época del año en la zona, imposibilitaba a muchos de ellos poder asistir al acto. "Escuchando y teniendo en cuenta vuestras peticiones, hemos considerado la decisión de celebrar los dos eventos de manera separada. Decisión que se vio acertada por parte de todos los concejales y concejalas, de los dos grupos políticos que componen la corporación municipal", explicó por redes sociales, emplazando la cita de la entrega de premios a la próxima primavera.
De esta forma, vecinos y visitantes tendrán la oportunidad de disfrutar este año de unas fiestas patronales muy esperadas donde el fuego es el gran protagonista, y por otro la celebración de sus premios que lo sitúan cada año en el epicentro del panorama internacional por sus distintos premiados.
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