Bruselas alerta de la "catástrofe" que puede provocar el almacén de gas en Doñana

Almacenar gas en Doñana entraña un riesgo de "catástrofe natural" para el espacio protegido. Es la principal conclusión que resulta del informe preeliminar elaborado por Pal Csaky, el líder de la delegación del Parlamento Europeo que visitó el espacio protegido la semana pasada para analizar su situación y la posible afección del proyecto industrial ideado por Naturgy.

El eurodiputado eslovaco ha comparecido hoy ante la Comisión de Peticiones de la Eurocámara, el organismo que decidió la misión a Andalucía para investigar las quejas registradas por el biólogo Javier Castroviejo -en 2009- y los ecologistas de Salvemos Doñana, además de IU y Mesa de la Ría.

Todos ellos se reunieron con la delegación encabezada por Csaky y que contó con la presencia del socialdemócrata griego Miltiadis Kyrkos y el apoyo de los eurodiputados españoles Soledad Cabezón, Rosa Estaràs y Florent Marcellesi. También visitaron el espacio protegido in situ y se reunieron con la empresa gasística sobre el terreno.

"Es un problema muy serio y grave", afirma Csaky, que alude al riesgo sísmico que supone almacenar gas natural en un contenedores subterráneos colindantes con el parque natural. Según el eurodiputado eslovaco, hay un "conflicto de argumentos" entre los geólogos y otros expertos.

Los primeros defienden que no hay riesgos en caso de terremotos de hasta 3,5 grados en la escala de Richter, pero hay otros científicos que creen que el almacén de gas contribuiría a la erosión, "lo cual a su vez desembocaría en terremotos". No es habitual que haya fuertes seismos en la zona, pero cabe recordar que, cada varios siglos, un gran terremoto como el que arrasó Lisboa en 1755.

La falta de recursos hídricos amenaza Doñana

El informe de Csaky reconoce también que hay "un peligro muy grave de contaminación del medio ambiente" y una de las principales "lacras" a las que alude es el "problema" del agua y el uso ilegal de los recursos hídricos. El eurodiputado polaco alaba el cierre de "350 pozos ilegales", pero pide que se continúe con la tarea con un marco legal más concreto.

Además, hay lugar en el informe para actividades agrícolas "muy avanzadas" en el entorno de Doñana que también consumen recursos hídricos y que se introducen en la superficie protegida.

Csaky aseguró ayer en Bruselas que hubo buena sintonía en las reuniones con la Consejería de Medio Ambiente y con el Ministerio de Transición Ecológica, por lo que mostró su confianza en el Gobierno de Pedro Sánchez para reconducir la situación. El Parlamento Europeo votará a principios de 2019 el informe definitivo elaborado por Csaky a partir de su visita, que contará con recomendaciones específicas para las autoridades españolas.