Visto y Oído
Broncano
Acelerador de partículas
La firma del memorando de entendimiento entre los gobiernos de España y Croacia supone un renglón digno de ser subrayado en la historia que se pergeña en la localidad granadina de Escúzar. Este municipio, que en los años 60 tenía unos 1.600 habitantes y ahora apenas llega a la mitad, según el INE, es el epicentro de un proyecto que ha llegado a movilizar a la Casa Real, a científicos y técnicos de varios países e incluso ha propiciado que la Universidad de Granada tenga un nuevo 'campus'. Todo gracias al Sol.
Escúzar fue el enclave elegido para disponer el proyecto del acelerador de partículas. ¿Y eso qué es? Se trata de la que será la mayor instalación científica del mundo para el estudio de materiales en los reactores de fusión. Se trata de un proyecto internacional, que está previsto que se levante en una parcela de 100.000 metros cuadrados.
En esta instalación se experimentará con materiales. El objetivo es encontrar una solución a un problema capital. La ciencia ha conseguido extraer energía mediante fusión nuclear, el mismo proceso que se da en el Sol. El problema es hacer este proceso en una vasija capaz de soportar estas altísimas temperaturas. No existe ese material, por ahora. El trabajo que se desarrollará en Granada será, precisamente, dar con ese componente. Cuando se valide (se compruebe que, efectivamente, puede servir para este fin) el material se empleará en las futuras plantas de generación de energía, los reactores de fusión ITER, en los que trabajan una treintena de países.
¿Cómo se harán estos materiales? Se empleará una fuente de neutrones de alta energía, generados a partir de un acelerador de partículas (de ahí el otro nombre por el que se conoce el IFMIF Dones) de alta potencia que servirá para probar los materiales.
¿Cuándo se hará esto? La instalación tiene 2028 como fecha prevista de puesta en marcha, mientras que en 2033 se prevé su inicio de operaciones. Además, esta instalación servirá para el desarrollo tecnológico de materiales que en la futura Planta Demostradora de Producción Eléctrica de Fusión (DEMO). El presupuesto estimado de construcción de IFMIF Dones es de 650 millones de euros junto con otros 50 millones anuales para su operación.
Hasta ahora España ha tirado del carro del proyecto. Comprometió la mitad de la financiación, 325 millones, y ha conseguido llegar a un acuerdo con la Junta para que también aporte dinero para el proyecto. La cuestión es ahora conseguir socios para completar los 650 millones más 50 anuales de explotación. Tras años de trabajo conjunto, el pasado mes de marzo se llegó a un acuerdo con el Gobierno de Croacia por el que este país aportará el 5% del dinero necesario. Además, ambos gobiernos indicaron otras medidas de cooperación, como la realización de actividades de investigación y la formación de personal.
Gracias a ese acuerdo, Croacia se compromete a proporcionar componentes para la construcción de IFMIF-DONES por un valor máximo del 5% del presupuesto total de construcción del proyecto, indicó el Ministerio de Ciencia en un comunicado. El entendimiento entre los dos socios fue auspiciado por la Comisión Europea, otro de los ejes necesarios en el proyecto.
El acto de la rúbrica trascendió lo protocolario. Se ha querido dar una imagen de máxima implicación, Para ello se ha tirado de Casa Real. La firma en Zagreb del memorando de entendimiento entre los dos Gobiernos permitió además mostrar con más cercanía al resto de países que están interesados en el proyecto las bondades del mismo. Europa, se ha recalcado, está en una difícil situación a cuenta de su dependencia energética. Si no se quiere depender de terceros actores es necesario apostar por fuentes de energía propias. Y que sean limpias, verdes, eficientes. Europa tiene, además, capacidad tecnológica y un proyecto con años de trabajo para propiciar ese nuevo modelo energético... Se ha repetido hasta la saciedad este discurso -convenientemente aliñado con la situación actual en Ucrania- con la idea de que, como la lluvia fina, cale entre los futuribles socios del IFMF Dones. Ucrania, por cierto, también tuvo representación en la firma del acuerdo entre España y Croacia, indicaron desde la oficina del acelerador. Al acto asistieron los embajadores en Croacia de República Checa, Grecia, Gran Bretaña, Eslovenia, Alemania, Portugal, Bulgaria, Bélgica, Japón, Ucrania, Suiza, Dinamarca y Austria. Entre los invitados también se encontraban los máximos representantes del programa EUROfusion, la dirección general de Energía de la Comisión Europea y Fusion for Energy
La idea es que, en un plazo de "dos o tres meses", según el vicerrector de Investigación y Transferencia, Enrique Herrera, cuajen nuevos acuerdos internacionales y, granito a granito, se completen los 650 millones de euros necesarios. Desde la oficina de IFMIF Dones España se es consciente de que cada uno de los países futuribles socios requiere de sus tiempos y plazos. Unos llegarán antes, otros después. "Cada país tiene sus propias circunstancias", reiteran desde IFMIF Dones.
Aun sabedores de que es cuestión de hilar fino, se ha querido dar "visibilidad internacional" a la firma con Croacia, dos países que han encontrado en el acelerador motivos para ir de la mano. En el horizonte está el posible acuerdo con Japón, Italia o Polonia, entre otros. Zagreb ha servido de 'escaparate' del proyecto que, con el acuerdo con Croacia y el que pueda dar la UE tiene el 80% de la financiación necesaria asegurada.
La apuesta por el acelerador tiene sobre todo números. El IFMIF Dones supondría la creación de un millar de empleos solo en Granada, 400 de ellos de personal científico y técnico de alto nivel, indica el Ministerio de Ciencia. Esto, en una provincia con una tasa de desempleo del 22% (la mayor a nivel provincial de toda España) es un aliciente importante.
A este cálculo del Ministerio se unen los datos que maneja la Junta -que aporta 14,4 millones de euros- y que se extraen de un informe realizado por la Universidad de Granada. La comunidad verá aumentada la producción de bienes y servicios en 4.156 millones de euros y la generación de empleos, tanto directos como indirectos e inducidos, en más de mil de media anual durante todas las fases de desarrollo de la iniciativa, si finalmente se ubica en Escúzar. Para la provincia de Granada estos efectos se contabilizan en un aumento de 1.945 millones en la producción y en la creación de 346 empleos de media anual.
De forma paralela, la creación de una infraestructura de este calibre supondrá un antes y un después para la industria. Se estima que los grandes proyectos científicos moverán 37.000 millones en los próximos años. Quien puede fabricar tecnología para el acelerador podrá hacerlo para otras grandes iniciativas. Y quien se forme en el acelerador podrá emplear ese conocimiento en otros proyectos tecnológicos. Ahí está otra de las patas del proyecto, la generación de una cohorte de técnicos e ingenieros altamente cualificados que serán demandados en iniciativas científicas de primer nivel. Ahí, la UGR -que contará con un edificio dedicado a la investigación, el UGR Dones, en Escúzar- ya ha anunciado que prevé formar a estudiantes de grado para que encaminen su trayectoria a este sector tecnológico. Se crearán grupos de trabajo, se perfilarán líneas de investigación y ofertará formación específica -en forma de microcredenciales, por ejemplo- para formar ese ejército de físicos, ingenieros y técnicos que serán los que activen el acelerador, el botón del que está pendiente la provincia de Granada para iniciar su propia revolución.
El próximo paso será captar nuevos socios. Se trabaja desde hace años en esto y ahora es posiblemente el momento en el que cuajen nuevas alianzas. Se creará un comité de gestión internacional para desarrollar estas alianzas, fundamentales para que el proyecto salga adelante. En el Citai ya se construyen los primeros edificios relacionados con el acelerador y la UGR ya ha licitado su centro.
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