H1N1/14: Epidemia

Como una borrasca, el virus de la gripe A de 2014 se ha ido extendiendo de norte a sur. El h1N1 (gripe A) ya entregó su carta de presentación con la etiqueta de pandemia en la temporada 2009/10 con un 15% de mortalidad en las personas infectadas que fueron ingresadas en las UCI andaluzas. El pasado miércoles Andalucía completó el mapa: la cepa H1N1 ya es epidemia en esta temporada.

Con dieciocho muertes en la región y casi 300 casos por cada cien mil habitantes -a partir de 50 se considera epidemia-, la gripe de este año ha creado una alarma social que las autoridades sanitarias han tratado de calmar con una política informativa opaca, lo que puede llevar a situaciones absurdas, como que esta semana el hospital de Jerez tardara horas en reconocer lo que todo su personal sabía: cuatro fallecimientos de pacientes que habían sido ingresados con un cuadro gripal.

Incluso cuando la Consejería de Salud admitía tímidamente tras estos fallecimientos que la gripe este año mostraba mayor "intensidad" que otras temporadas, aunque se aseguraba que el brote estaba "controlado", se podía escuchar a la delegada provincial de Cádiz, Miriam Alconchel, sin ningún tipo de formación en este área, que "los datos de la gripe este año están dentro de la normalidad". Al tiempo que se producían estas declaraciones, los enfermeros denunciaban unas urgencias saturadas, pacientes esperando camas o internados en otras áreas, como oncología, y una psicosis generalizada entre los usuarios que se presentaban con síntomas del virus. La falta de información o las informaciones suavizadas no ayudan mucho. En el hospital de Puerto Real faltaban mascarillas, en Jerez el personal reclamaba más información, en el Macarena se denunciaba retraso en la aplicación de los protocolos, en el Virgen del Rocío se ha registrado un inusitado número de quejas ante el Defensor del Paciente por el deficiente funcionamiento de un servicio de Urgencias colapsado, en Huelva los enfermeros advertían que faltaban cien profesionales para hacer frente a lo que se venía encima, en Málaga la demanda de vacunas pasaba de veinte a 450 en menos de 24 horas... Lo malo es que el Grupo Centinela, que desde Granada dirige a 117 médicos que rastrean las evolución de la gripe en toda la comunidad, advierte de que el pico del virus este año es posible que no se produzca hasta dentro de dos semanas. Lo peor, por tanto, está por venir.

Sobre la "normalidad" de la que hablaba la licenciada en Derecho que ostenta la delegación de Sanidad en Cádiz, basta con entrar en la página del Sistema de la Vigilancia de la Gripe en España para desmontar la afirmación. En el mapa de la tercera semana de enero de 2014, último disponible, se observa el color rojo como predominante. La mayor incidencia está en la provincia de Jaén, superando los 400 casos por cien mil habitantes. Siguiendo la ruta hacia el sur del virus, el miércoles toda la comunidad se tiñó de rojo. Hace un año, esa misma semana, la mayor incidencia de gripe -con apenas gripe A- estaba en el Campo de Gibraltar, Almería y Sevilla con poco más de 50 casos por cada cien mil habitantes. El pico de la gripe se alcanzaría en la octava semana, ya metidos en febrero y, salvo en algunas zonas muy concretas de la provincia de Sevilla, ninguna otra zona se acercó al índice de los 400. El conocido como el periodo pandémico, en 2009, cuando se manifestó la gripe A, tuvo su pico en la tercera semana de noviembre. Sólo ahí el mapa de la gripe tenía parecido con el actual.

El hecho es sencillo de contrastar: este año hay más gripe y, además, el H1N1, con síntomas más virulentos, está propagándose en mayor medida. Los investigadores de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica hacen este balance: "Continúa el ascenso de la onda epidémica con una evolución creciente de la actividad gripal en la mayoría de las redes. Quince redes centinela señalan un nivel epidémica, entre ellas Andalucía. En el mapa de difusión espacio-temporal de la incidencia de gripe de la semana 03/2014 se observa una intensificación de la actividad gripal en todo el territorio sujeto a vigilancia, con un patrón norte-sur de incidencia. El protocolo de vigilancia de casos graves hospitalizados en 15 comunidades, entre ellas Andalucía, muestra que un 52% son hombres. De las mujeres en edad fértil, el 28% estaban embarazadas y el 73% de ellas en el tercer trimestre de gestación. El mayor número de casos (56%) se registra en los grupos de adultos jóvenes y de mediana edad. En el 99,8% de los pacientes se identificó el virus de la gripe A. El 77% de los pacientes presentaban factores de riesgo de complicaciones de gripe. El 63% de los pacientes desarrolló neumonía y el 41% ingresó en UCI".

Un último dato del informe es revelador: el 71% de los pacientes graves susceptibles de ser vacunados no habían recibido la vacuna antigripal de esta temporada. Francisco Álvarez, presidente del Comité Científico de la sociedad de médicos intensivistas (Semicyuc), es decir, los que trabajan en las Unidades de Cuidados Intensivos, donde van a parar los casos más graves de gripe A, lamenta que "ahora tengamos que acordarnos de que hemos pasado una campaña de vacunación en la que no se ha incidido lo suficiente. Los profesionales de la sanidad somos los primeros que tenemos que hacer autocrítica: sólo un 30% nos hemos vacunado". En Andalucía la campaña de esta temporada se llamó Stop Gripe, con 1.480 puntos para la dispensación de 1,2 millones de dosis por las que se han pagado 4,5 millones de euros. En 2012, la Junta informó de la adquisición de 1,5 millones de vacunas a un coste de 6,5 millones; en 2011, con el susto en el cuerpo tras la pandemia, se destinó a la campaña de vacunación 8,3 millones.

El informe de la Red de Vigilancia continúa asegurando que hasta el pasado 19 de enero se registraron 29 defunciones por virus de la gripe A en España. No se contabilizaban todavía las muertes de la última semana en Andalucía (8), donde la gripe A ya se ha instalado en su recorrido norte-sur.

Esto no quiere decir que haya motivos para el pánico. Francisco Álvarez, asegura que "esta temporada sabemos a lo que nos enfrentamos. La pandemia de 2009 nos sirvió para conocer el virus. En aquella temporada uno de los problemas era que el paciente llegaba y no teníamos medios para identificar una insuficiencia por virus. Ahora le ponemos nombre porque contamos con los medios para ello". Para Álvarez, incluso aunque la curva siga siendo creciente en las próximas semanas y nos encontremos ante un brote, en números, similar al de hace cuatro años, "la población en general tiene que saber que el 95% de las personas que vayan a pasar por el episodio gripal tendrá síntomas leves, algunos lo confundirán con un catarro fuerte y otros se curarán en casa con tratamientos sintomáticos. Estas personas, además, habrán creado los anticuerpos. Sólo un 5% de los infectados acabará en el hospital y sólo un 1% tendrá que ser tratado en la UCI por ser situaciones de verdadero riesgo para la vida". Por los estudios realizados por el comité que dirige Álvarez en el llamado periodo pandémico, la obesidad -acompañada de otras patologías- es el mayor factor de riesgo.

La prevención es una buena vacuna. "La propagación puede evitarse cubriendo un estornudo o evitando llevarse la mano a la nariz para liberarse de las secreciones. Si eso se hace, luego hay que lavarse las manos. ¿Lo hacemos? Nos reímos de los japoneses porque van con mascarilla, pero es que su cultura tiene asumida que en lugares públicos pueden contagiar o ser contagiados. Deberíamos aprender algo de ellos".