Hammam: pasado y presente de los auténticos baños árabes
Patrimonio
El proyecto de la Casa de las Tumbas en el Albaicín de Granada es la última propuesta de restauración anunciada, pero es larga la lista de hamman que necesitan recuperar el esplendor de su pasado islámico
Granada/Hacer nada, pensar cero. Ese era el eslogan publicitario que con el que se anunciaba una cadena de baños árabes hace unos años. Y esa es la filosofía que acerca ahora a miles de personas a la cantidad de nuevas instalaciones de este tipo que proliferan por las ciudades andaluzas: desconectar, relajarse con los masajes y escapar del estrés de la vida diaria en la neblina de los contraste de temperatura. Los balnearios urbanos se han convertido en un sinónimo de ese pequeño lujo de dejar la mente en blanco. Pero si bien el turismo de bienestar, salud y belleza es un invento reciente, el uso del agua para lograr esos objetivos universales viene de lejos. Dan testimonio cada uno de los centenarios de baños o hammam que hay repartidos por todo el territorio nacional de pasado musulmán. En desigual grado de conservación han llegado hasta el presente: algunos como ruinas casi derruidas; otros como monumentos muy visitados y algunos como objeto de ambiciosas rehabilitaciones, como la que recientemente ha anunciado la Alhambra en los Baños de Hernando de Zafra, junto a la calle Elvira de Granada.
Historia
La tradición de los baños árabes hunde sus raíces en las termas grecorromanas, cuando se convirtieron en centros de reunión social. En la etapa musulmana también había baños públicos en las ciudades y baños privados que se construían en los grandes palacios. Los públicos eran generalmente propiedad de las mezquitas y ayudaban al mantenimiento de las mismas con su recaudación. Eran construidos por los emires. Un arrendador era el encargado de su explotación con la ayuda de los mozos del baño y los masajistas. Más tarde, el hammam, además de rito religioso era entendido como expresión del placer corporal provocado por la alternancia entre el calor y el frío. En las capitulaciones de los Reyes Católicos y Boabdil, se permitía que los musulmanes que quedaban en el Reino de Granada "pudieran guardar sus buenos usos e costumbres".
Así lo recoge Carlos Vílchez, en su estudio sobre los baños árabes de la provincia de Granada, en el que señala el corto espacio de tiempo que duró esa asimilación amistosa que pronto dio lugar a una "imposible coexistencia". En julio de 1501 el Cabildo prohibía su uso "porque era un lugar de reunión para la conspiración morisca". Empezaría entonces un proceso de declive que terminaría con la prohibición definitiva de su uso. Muchos dejaron de utilizarse y algunos fueron directamente destruidos. Otros, reconvertidos y dotados de otros usos en muchos, han llegado hasta el presente. Esa ha sido la salvación de muchos de ellos, tal y como explica Francisco Javier Sánchez López, jefe del Servicio de Conservación de Bienes Culturales de la Delegación de Granada. La mayoría son BIC de titularidad pública pero aún hay algunos en manos privadas con desigual fortuna. Por ejemplo, el baño islámico que albergaba el Bar Giralda en la sevillana calle Mateos Gago, luce ahora junto al resto de las salas del establecimiento de restauración. Otros no corren la misma suerte.
Baños del agua
Un ejemplo claro es el de los baños árabes del Albaicín, también conocidos como baños árabes de la calle Agua. Se trata de uno de los mayores hammam de Granada, junto a El Bañuelo y el de Hernando de Zafra. Destacan en importancia por su cronología dado que se datan a finales del siglo XII y principios del siglo XIII. En la actualidad se encuentran en la Lista Roja del patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra por su lamentable estado de conservación.
La prohibición de uso de los baños moriscos en el siglo XVI les dejó sin uso y poco a poco se fueron reutilizando, quedando en la actualidad divididos entre los edificios de la calle del Agua que pertenecen a diferentes propietarios. Por ese motivo, una actuación para su puesta en valor supondría la expropiación y el consiguiente desahucio de varias familias.
En su origen contaba con un vestidor, sala fría, sala templada y sala caliente, además de la caldera y dependencias auxiliares como la leñera. El vestidor sería una sala rectangular flanqueada con alcobas laterales con triples arcos de herradura sostenidos por columnas con capiteles califales de Córdoba y Medina Azahara reutilizados, traídos por los ziríes. Este esquema será usado en la Sala de las Camas del Baños de Comares de la Alhambra. En la sala templada se conserva una de las pilas de inmersión, así como la huella de la otra.
Baños de Hernando de Zafra
Los baños de la Casa de las Tumbas, denominados popularmente como baño de la Puerta de Elvira, fueron adquiridos pro el secretario de los Reyes Católicos, Hernando de Zafra. En la actualidad el baño queda próximo a la esquina formada por las calles Elvira y San Andrés, estando hasta época reciente bajo las plantas de varias edificaciones de viviendas. El conjunto está formado por el baño árabe, con su horno o caldera, sala caliente, sala templada y sala fría, y espacios adyacentes auxiliares o anexos como el patio, el denominado callejón o la supuesta leñera. Los baños conservan en parte sus bóvedas esquifadas originarias pero en parte han sido demolidas o han colapsado.
El resto de estancias muestra los forjados de madera de las edificaciones posteriores que ocuparon el solar y las estructuras para reutilizarlas como viviendas. No obstante, gran parte de las fábricas de este uso posterior fueron ya demolidas selectivamente a principios del siglo XXI y los forjados restantes tienen actualmente unas planchas metálicas de protección para la evacuación de las aguas de lluvia.
El Patronato de la Alhambra y el Generalife va a trabajar en los próximos años en su recuperación a través de de un proyecto que ayude a solucionar los problemas de conservación de este hammam, que lleva años en estado de abandono. La comisión técnica ha aprobado el inicio de los trámites para consolidar este espacio. El anuncio fue realizado este mismo mes de febrero por la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, durante una visita junto al delegado territorial de Cultura, Fernando Egea.
Diaz explicó que el proyecto, con presupuesto de licitación estimado de más de 800.000 euros, se centrará en la consolidación de la construcción, "respetando su valor histórico y manteniendo los elementos y valores originales del inmueble y sus pervivencias". En la propuesta, elaborada por Camilla Mileto y Fernando Vegas, se han tenido en cuenta tanto la legislación vigente como las recomendaciones de las cartas internacionales sobre conservación del patrimonio monumental, así como los diversos aspectos que puedan interactuar con las futuras intervenciones de conservación, mantenimiento y musealización del conjunto. El proyecto recoge igualmente el conjunto de los problemas a resolver, las necesidades de conservación y las propuestas de carácter material, constructivo, estructural y estético compatibles con el mantenimiento de la autenticidad del edificio histórico, así como todos los elementos o soluciones que faciliten el acceso a los distintos espacios del baño.
"Se entiende como una primera fase para la recuperación del hammam, que culminará con una segunda fase para su valorización y adecuación para su visita", ha adelantado la directora de la Alhambra. Por su parte, el delegado territorial de Cultura se muestra satisfecho con una intervención que sin duda "mejorará, sin duda alguna, el entorno y la vida social y vecinal, así como el interés turístico" del barrio.
El Bañuelo
Junto a los ubicados en los palacios de la Alhambra, los más famosos de Granada y hasta la fecha, los mejor conservados son los baños de El Bañuelo. Enclavados en el antiguo barrio de Ajsaris, actual Carrera del Darro, en la etapa árabe fueron conocidos como al-hamman al Yawza (el Baño del Nogal). Erigidos por el emir zirí Badis (1038-1056), a lo largo del tiempo se fueron deteriorando pero se reutilizaron construyendo dentro una gran pila para lavadero popular -como puede verse en los grabados románticos-. Fue Leopoldo Torres Balbás quien tramitó su expropiación en 1927 y lo restauró entre 1928 y 1932.
Se puede considerar un ejemplo del modelo que seguirán los baños hasta el final de Al-Ándalus. Además son los únicos baños árabes históricos abiertos al público en Granada en la actualidad.
Por la provincia
Varios de los baños árabes históricos repartidos por la provincia están siendo objeto también de proyectos de restauración. Ese es el caso de los Baños Árabes de la Zubia, un espectacular hamman rural del siglo XII. Gracias a una inversión de más de 421.000 euros por parte del Ayuntamiento de la localidad, están siendo objeto de un intenso programa de rehabilitación. Desde comienzos de 2022 se llevan a cabo las obras de restauración del monumento islámico.
Son un perfecto ejemplo de tipología de baño rural que se da en la comarca de Granada y conservan dos de sus tres salas en pie: el caldarium o sala de agua caliente y el tepidarium o sala de agua templada. Tanto el frigidarium como el vestíbulo se conservan de forma parcial, al igual que la zona de la leñera. Las salas de los baños árabes que el Ayuntamiento va a rehabilitar se encuentran cubiertas por bóvedas de cañón independientes, donde se disponen una serie de lucernarios, de los que algunos conservan la forma estrellada que tuvieron antaño.
Además, los baños árabes de Churriana de la Vega, declarados Bien de Interés Cultural (BIC), están siendo rehabilitados en el marco de una intervención que ya cuenta con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio y que, con una inversión superior al millón de euros, incluirá la adecuación del entorno, dentro del caso histórico de la localidad y junto a la acequia Arabuleila. Así, el proyecto incluye el consolidado del embovedado de la acequia y la restauración del puente medieval que cruzaba y daba paso al Camino del Baño.
Por su parte, en el entorno del edificio donde se encuentran los baños habrá zonas destinadas a huerta de temporada, con plantas aromáticas características de las huertas nazaríes, según ha detallado el alcalde de Churriana de la Vega, Antonio Narváez. Fechados entre los siglos XIII-XV, fueron adquiridos por el Ayuntamiento en 1996 y declarados BIC en 2006, mostrarán todos los elementos que integran un baño árabe: sala fría, sala templada y caliente, todas ellas abovedadas.
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