Guerrero: "No favorecí a nadie, tenía dos hijas y tres sobrinos en paro"
Caso de los "contratos fantasma" de Umax
El ex director de Trabajo reconoce que la "contratación verbal" de Umax pero señala que la tramitación administrativa la llevaban los "técnicos" de la dirección general
El ex director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta Javier Guerrero ha asegurado este jueves que no favoreció "a nadie", en relación con la contratación a través de la empresa Umax de 44 trabajadores de su “círculo de amigos y familiares", como sostiene la Fiscalía. "Nunca recomendé a ninguna persona en concreto. Tenía dos hijas y tres sobrinos en paro, por lo que podría haber tenido la habilidad de haberlos encajado, pero no favorecí a nadie", ha insistido.
En su declaración en la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla, Javier Guerrero -que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de diez años de cárcel por delitos de prevaricación, malversación y falsedad-, se ha referido a la "contratación verbal" del personal que se acordó con el dueño de Umax, Ulpiano Cuadrado, que también ha negado que los trabajadores fuesen enchufados. El ex alto cargo ha señalado que en su dirección general había un "déficit enorme de personal", algo que le comentó al propietario de esta empresa, al que conocía de verlo por la sede dado que se estaba encargado de la Formación para el Empleo, y le dijo que "se pusiera en contracto con sus técnicos" para hacer la tramitación administrativa de estas contrataciones.
La propuesta para que Umax facilitara estos trabajadores, a cambio de un beneficio del 20% que estaba "fijado en los Presupuestos", se realizó porque en ese momento estaban montando el sistema informático para los Centros de Mediación, Arbitraje y Conciliación (CMAC), eran "muy buenos profesionales" y el equipo de la dirección general de Trabajo "hablaba muy bien" de estos trabajadores.
Guerrero ha añadido que la única condición que puso para la externalización de estos trabajos es que la documentación "no se podía sacar de la Junta, que los trabajadores estuvieran en el centro de trabajo", en la dirección general. El acusado ha explicado que la tramitación "escapa de sus manos" porque "una cosa es que hable de las necesidades y otra que las tareas administrativas las hagan correcta o incorrectamente", a lo que la fiscal del caso le ha recordado que los pagos se hicieron acudiendo a procedimientos negociados sin publicidad o bien a expedientes de contratos menores en los que se giraban una serie de facturas por parte de la entidad Umax que correspondían a servicios inexistentes.
En cualquier caso, Guerrero ha insistido en que "nunca dio instrucciones" para contratar a unas personas y a otras no, y no ha sabido dar una explicación concreta sobre por qué el ex director de Trabajo Daniel Alberto Rivera y la secretaria general técnica Lourdes Medina se sorprendieron tanto y ordenaron que se dieran de baja a estos trabajadores cuando el dueño de Umax le informó en junio de 2010 de esas contrataciones externas.
El juicio continuará el próximo martes, con la declaración de los otros cuatro acusados que se sientan en el banquillo. En este caso están procesadas seis personas: los ex directores de Trabajo y Seguridad Social Javier Guerrero Benítez, Juan Márquez Contreras y Daniel Alberto Rivera, los ex secretarios generales técnicos de Empleo Francisco Javier Aguado Hinojal y Lourdes Medina Varo y el dueño de Umax, Ulpiano Cuadrado.
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